Maduro promete luchar contra la corrupción y Capriles culpa al Gobierno
A pocos días de la elección del sucesor del fallecido Hugo Chávez, el aspirante de la oposición, Henrique Capriles, respondió inmediatamente culpando al Gobierno de ineficiencia en la resolución de los principales problemas que aquejan a la población como la inseguridad, el desabastecimiento y los constantes apagones.
El cruce de declaraciones viene a sumarse a los aguerridos discursos de ambos candidatos en la fugaz carrera por la presidencia en la que recorren hasta cuatro ciudades al día.
"Voy a perseguir la corrupción esté donde esté, voy a combatir la corrupción con mi vida misma si es necesario. Aquí no hay intocables", prometió Maduro desde la ciudad de Maturín, en el este del país.
"Tenemos grandes retos contra el burocratismo, la corrupción y la indolencia de algunos funcionarios que se hacen de la vista gorda con los problemas del pueblo", agregó el también presidente interino prometiendo la "misión eficiencia o nada".
Durante los 14 años que Chávez gobernó Venezuela se agudirazon viejos problemas como la inseguridad y los fallos eléctricos, obligando al entonces mandatario a reconocerlos, pero sin resultados concretos.
Varios actos de corrupción han salido a la luz en organismos públicos. Uno de los más sonados se produjo en 2011 cuando millones de kilos de comida importada por la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) fueron hallados podridos en contenedores en momentos en que la población se quejaba de desabastecimiento.
A pesar de ello, el líder socialista gozó de gran popularidad, en parte, por la implementación de decenas de programas sociales para los menos favorecidos que alimentó con los jugosos fondos petroleros.
En cada alocución, Maduro nombra a su desaparecido jefe hasta el hartazgo intentando empaparse de su popularidad y hasta se ha autodenominado "hijo de Chávez".
La gran mayoría de encuestas de intención de voto para las elecciones del domingo colocan a Maduro, un ex conductor de autobús de 50 años, a la cabeza de las preferencias con una ventaja de al menos 10 puntos sobre Capriles.
Casi en simultáneo el lunes, el joven opositor de 40 años enfiló sus fuerzas contra los gobiernos chavistas.
"Ni los trabajadores ni el pueblo pueden pagar los platos rotos, porque aquí se va la luz por culpa del Gobierno", dijo Capriles desde el estado Guárico, en el centro del país.
Además, volvió a pedir a sus seguidores que no abandonen los centros de votación para "cuidar los votos", en una petición que ha acompañado de denuncias de ventajismo y uso de recursos públicos para beneficiar la campaña oficialista.