La ex primera ministra británica Thatcher, en sus propias palabras
"No pienso que vaya a haber una mujer primera ministra en mi vida", dijo como secretaria de Educación en 1973. Se convirtió en la primera, y por ahora única, primera ministra en 1979.
"Cuando haya desacuerdo, debemos llevar armonía. Cuando haya un error, debemos llevar verdad. Cuando haya duda, debemos llevar fe. Y cuando haya desesperación, debemos llevar esperanza", dijo, citando a San Francisco de Asís, en su victoria electoral en 1979.
"No soy una política de consenso. Soy una política de convicción": 1979.
"No me importa cuánto hablen mis ministros mientras hagan lo que yo diga": 1980
"Debimos combatir al enemigo exterior en las islas Malvinas. Siempre debemos ser conscientes del enemigo interior, que es mucho más difícil de combatir y más peligroso para la libertad", dijo sobre la huelga de mineros de 1984-85, que provocó parte de la oposición más feroz de los sindicatos a sus políticas económicas.
"No estamos hablando de cuatro peniques de dinero comunitario para Reino Unido. Lo que estamos pidiendo es que nos devuelvan una gran cantidad de nuestro propio dinero": en una cumbre de la Comunidad Económica Europea en 1979.
"Este es un día que no estaba escrito que viera", dijo a periodistas el día después de sobrevivir a un ataque mortal con bomba del Ejército Republicano Irlandés contra la conferencia del Partido Conservador en 1984.
"Nos han convertido en abuela", sobre el nacimiento de su primer nieto, en 1989.
"¡No! ¡No! ¡No!", dijo en la Cámara de los Comunes en 1990, en el clímax de un estallido que llevó a Geoffrey Howe a renunciar como viceprimer ministro y entregar un discurso de renuncia que llamó a que ella sea desafiada por su trabajo.
"Lucho hasta el fin, lucho para ganar", dijo en noviembre de 1990 después de no conseguir votos suficientes para evitar una segunda ronda en la elección por el liderazgo conservador. Renunció el día siguiente.
"Es un mundo viejo y raro", dijo sobre su decisión de renunciar en 1990.