Empresas y finanzas

El BCE da a Chipre un ultimátum sobre el rescate o cortará liquidez



    NICOSIA/FRÁNCFORT (Reuters) - El Banco Central Europeo ha dado a Chipre hasta el lunes para conseguir los miles de millones de euros para asegurar un rescate internacional o se enfrenta a perder los fondos de emergencia para sus bancos y a un colapso inevitable.

    El aviso llegó cuando los líderes de la isla están bloqueados en conversaciones sobre un "Plan B" para intentar conseguir los 5.800 millones de euros demandados por la UE bajo un rescate de 10.000 millones de euros, después de que los diputados rechazaran airados un impuesto sobre los depósitos.

    Los responsables dijeron que las nuevas opciones negociadas el jueves podrían incluir la nacionalización de los fondos de pensiones o de empresas semiestatales, la emisión de un bono de emergencia vinculado con los ingresos futuros por el gas o un impuesto bancario revisado que afecte sólo a los grandes inversores, muchos de ellos rusos.

    El Banco Central Europeo, que ha mantenido a los bancos chipriotas operando con una línea de liquidez, dijo que el Gobierno tenía hasta el lunes para llegar a un acuerdo, o se recortarían los fondos.

    "Después de eso, la Ayuda de Liquidez de Emergencia (ELA por sus siglas en inglés) sólo podría ser considerada si está en vigor un programa UE/FMI que aseguraría la solvencia de los bancos afectados", dijo.

    El gobernador del Banco Central de Chipre aseguró que esperaba conseguir un paquete de ayuda financiera para entonces. No dijo cómo.

    El Gobierno ha ordenado que los bancos permanezcan cerrados hasta el martes. La bolsa también ha suspendido sus operaciones para el resto de la semana.

    Había largas colas en algunas oficinas bancarias en Nicosia, mientras los empleados reabastecían los cajeros automáticos, que han continuado operando aunque los bancos hayan estado cerrados desde la semana pasada.

    En Moscú, el ministro chipriota de Finanzas, Michael Saris, dijo que estaba negociando posibles inversiones rusas en los bancos de la isla y recursos energéticos para reducir su carga de deuda, así como una extensión de un préstamo ruso ya existente de 2.500 millones de euros.

    Los ciudadanos rusos tienen miles de millones de euros que perder en este grande y titubeante sector bancario.

    "Los bancos son el último objetivo en cualquier apoyo que obtengamos, así que ya sea apoyo directo a los bancos o apoyo que obtengamos a través de otros sectores será canalizado a los bancos", dijo Sarris a Reuters durente el segundo día de conversaciones con su homólogo ruso, Anton Siluanov.

    Dijo que Chipre no tenía planes de pedir más dinero prestado a Rusia debido a su gran deuda. El Ministerio de Finanzas ruso dijo el lunes que Nicosia buscaba un préstamo extra por valor de 5.000 millones de euros.

    El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dijo el jueves que los problemas de Chipre plantean un riesgo sistémico para la eurozona, aunque añadió que la situación del país es "muy específica".

    En declaraciones al Parlamento de Bruselas, Dijsselbloem dijo que esperaba que Chipre podría acordar un balance más justo en la contribución de los ahorradores para ayudar a que el país supere sus dificultades.

    En cualquier caso, añadió que cualquier solución de rescate requería algún tipo de tasa a los depósitos y aseguró que Moscú había informado a la UE de que no tenía intención de verter más dinero en Chipre más allá del crédito existente.

    Dijsselbloem dijo que nuevos préstamos desde Rusia de ninguna manera resolverían el problema de la deuda, y que una tasa revisada sobre los depósitos bancarios más grande aún estaba sobre la mesa.

    Responsables de la UE creen que al menos parte de los 5.800 millones de euros que demandan deberían proceder de los 68.000 millones de euros que están en los bancos chipriotas, 38.000 millones de los cuales están en forma de depósitos de más de 100.000 euros, la mayoría de extranjeros.

    Pero golpear al pequeño ahorrador provocó una ofensa visceral, y el Gobierno chipriota teme que imponer un gravamen demasiado alto a los grandes depósitos destruiría la industria financiera fuera del país que forma gran parte de su economía.

    INSOLVENCIA

    Las dudas sobre el destino del pequeño país, que tiene solo 1,1 millones de habitantes, han sembrado dudas sobre la unión monetaria y han despertado tensiones geopolíticas entre la UE y Rusia.

    El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, que estaba preparándose para reunirse con una delegación de la Comisión Europea en Moscú el jueves, dijo que el bloque se había comportado "como un elefante en una cacharrería" y comparó sus propuestas, que obligarían a los clientes rusos a contribuir al rescate de los bancos chipriotas, a confiscaciones de la era soviética.

    El voto del martes en el Parlamento supuso un contundente rechazo al tipo de austeridad estricta que han aceptado en los últimos tres años otros países golpeados por la crisis de la eurozona como España, Grecia, Portugal, Irlanda e Italia.

    Sin embargo, el Banco Central Europeo ha mantenido la presión sobre el país, advirtiendo de que retiraría la financiación a los bancos del país si el país no ha pedido un rescate antes del lunes.

    "No puede descartar la insolvencia en Chipre", dijo la ministra de finanzas austriaca, Maria Fekter, en una entrevista con el diario austriaco Oesterreich.

    "Una salida del euro no lograría nada. Chipre debe actuar ahora".

    La visita del ministro chipriota de Energía, George Lakkotrypis, oficialmente para promover el turismo en el país, ha disparado las especulaciones sobre la posibilidad de que esté sobre la mesa un acuerdo para recibir ayuda de Rusia que contemple el acceso a las reservas marítimas de gas del país.

    Chipre ha servido de refugio para miles de millones de euros de empresas y particulares rusos, lo que ha sido uno de los motivos por los que Alemania y otros países del norte de la eurozona se nieguen a rechazar un rescate que no incluya una contribución de sus depositantes.

    El sector bancario de la isla se ha visto muy deteriorado por su elevada exposición a la crisis de la vecina Grecia.

    El impuesto que se había propuesto inicialmente a los ahorradores era de un 10 por ciento sobre las cuentas de más de 100.000 euros. Los ahorradores con importes inferiores también se habrían visto afectados, aunque el Gobierno propuso posteriormente no tocar las cuentas de menos de 20.000 euros.

    La propuesta de gravar las cuentas con menos de 100.000 euros -que están protegidas por garantías estatales en toda la Unión Europa- ha causado indignación en Chipre.

    Marinos Panaretou, dueño de un comercio, afirma que desde el sábado había estado retirando los 500 euros de máximo que permite el actual "corralito".

    "Nos sentimos más seguros si tenemos efectivo porque no sabes qué es lo que va a pasar mañana", dijo.

    Responsables europeos dijeron que el gobierno chipriota podría haber protegido a los pequeños ahorradores imponiendo una tasa mayor a los grandes depósitos, pero optó por no hacerlo para proteger a los ricos clientes extranjeros de sus bancos.

    Los líderes europeos se muestran cada vez más irritados, mientras la amenaza de suspensión de pagos de un miembro de la eurozona, por pequeño que sea, despierta temores sobre la confianza en el país.

    "No hay obligación de que acepte la ayuda, dijo el ministro polaco de Exteriores Radoslaw Sikorski, cuyo país no utiliza el euro. "Chipre tiene la posibilidad de vivir con sus propios errores".

    /Por Michele Kambas y Paul Carrel/