Empresas y finanzas

Empleo más barato y una inflación baja favorecen el recorte de tipos del BCE



    BRUSELAS (Reuters) - Un enfriamiento de las presiones sobre los precios de los alimentos en febrero moderó la inflación de la zona euro a su menor nivel desde mediados de 2010, mientras que un tenue crecimiento de los salarios a fines de 2012 ofreció otra señal de que el Banco Central Europeo tiene espacio para aplicar un recorte de tipos de interés.

    La inflación anual al consumidor en los 17 países que comparten el euro fue de 1,8 por ciento en febrero, dijo el viernes la oficina de estadísticas de la Unión Europea, confirmando la estimación preliminar del 1 de marzo.

    Es la cifra que anticipaban los economistas encuestados por Reuters y se encuentra en torno a la meta del BCE, de un ritmo de alza de precios debajo del 2 por ciento pero cercano a ese umbral.

    Favorecida por un descenso de la inflación de los precios al consumidor en alimentación, alcohol y tabaco en febrero desde enero, además de una menor presión de valores en servicios, la inflación de la zona euro disminuyó a su mínimo desde agosto de 2010, cuando fue del 1,6 por ciento.

    Combinados con los incrementos muy modestos de los salarios en el cuarto trimestre de 2012, los datos de inflación ponen de relieve la debilidad económica de la zona euro y las crecientes expectativas entre inversores y economistas de que el BCE recortará sus tipos este año.

    El organismo mantuvo sus tipos de referencia en el 0,75 por ciento en el encuentro del 7 de marzo y si bien hay escepticismo sobre el impacto de otro recorte eventual, porque los bancos comerciales son reticentes a prestar fondos, los economistas sostienen que una reducción de tasas sería una señal positiva.

    Tras la recesión de 2012 se espera que la economía de la zona euro se contraiga el 0,3 por ciento este año mientras las familias y las empresas luchan contra las consecuencias de la crisis de la deuda pública del bloque y los recortes de gastos de los gobiernos.

    Pero una luz de esperanza en la región del Mediterráneo es que los incrementos escasos de salarios ayudan a mejorar la competitividad tras un auge de una década alimentado por el crédito flexible que empujó a la zona euro a una falsa sensación de bienestar económico.

    Los costes laborales por hora en la zona euro subieron 1,3 por ciento en general en los tres meses finales de 2012 comparado con el mismo período de 2011. Los salarios por hora ascendieron un 1,4 por ciento.

    Esas subidas fueron menos de la mitad del ritmo de incremento de inicios de 2009, en momentos en que los europeos se daban generosos aumentos de salarios, elevando el coste del empleo en 12 por ciento entre 2001 y 2011.

    En España, el coste laboral por hora cayó 3,4 por ciento pero Alemania registró un incremento de 2,9 por ciento, un buen augurio debido a que los consumidores más ricos en la mayor economía europea podrían comprar más productos de sus vecinos.