Empresas y finanzas
Deloitte pactó con Rato firmar las cuentas de Bankia antes de la junta
- El informe se pospuso hasta cerrar algunos flecos con el BdE
- Además, Bankia aprobó diversos pagos millonarios a Lazard
Deloitte se comprometió con Rodrigo Rato a entregar el informe de auditoría que avalaba las cuentas de Bankia correspondiente al ejercicio 2011 el 7 de mayo, fecha en la que el devenir de los acontecimientos convertirían en el día de su repentina renuncia a la presidencia del banco. El auditor había garantizado al exvicepresidente económico del Gobierno la entrega con tiempo suficiente para convocar la junta general de accionistas que debía aprobar los resultados y balance de gestión, según fuentes próximas al antiguo consejo del banco.
El argumento esgrimido para retrasar el envío era la existencia de algunos flecos pendientes sobre el plan de reestructuración a debate con el Banco de España que aconsejaban no adelantar el informe, explican las mismas fuentes. Una excusa que obligó al banco a presentar los resultados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el día 4 de mayo.
Su registro en la fecha límite permitida para una sociedad cotizada y sin el correspondiente informe del auditor alentó la especulación de Deloitte a estampar su firma sin que, previamente, se reformulasen las cuentas para provisionar determinados desfases patrimoniales como la pérdida de valor de Bankia en bolsa.
Rato, sin embargo, restó importancia al retraso ante el compromiso del auditor y porque el supervisor había aprobado el plan de reestructuración el 17 de abril, apenas 20 días antes de precipitarse su salida de Bankia. El expresidente proyectaba hacer público el día 11 de mayo el plan en el que solicitaba 6.500 millones de euros en ayudas, una vez adjuntada la firma del auditor.
La colaboración de Deloitte en su elaboración invitaba a pensar que no pondría objeciones insalvables, según testificaron varios exconsejeros de BFA ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga los hechos ocurridos en torno a la salida a bolsa de Bankia.
La difusión de las discrepancias del auditor provocó que el ministro de Economía, Luis de Guindos, retirase su apoyo al plan de reestructuración y exigiese uno nuevo con urgencia, que no llegó a autorizar. En el fin de semana siguiente a la presentación de las cuentas, De Guindos pidió a Rato su abandono. Este desenlace da pábulo a los que ven en las largas del auditor una sintonía con el Ministerio de Economía para forzar la solución que deseaba o evitar firmar unas cuentas susceptibles de quedar en papel mojado y empeñar la rúbrica, si el departamento dirigido por Luis de Guindos imponía su deseo de implantar en Bankia un saneamiento muy superior al inicialmente previsto.
A Rato le sustituyó a los dos días José Ignacio Goirigolzarri, un candidato que fue defendido por el mismo Banco de España cuando solicitó al también ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ceder las funciones ejecutivas de la presidencia. La tensión entre Bankia y Deloitte, cuyo socio Francisco Celma comparece hoy a testificar en la Audiencia Nacional, estalló por la valoración del Banco de Valencia, que tuvo que socorrer el organismo supervisor. Según los exgestores de Bankia, Deloitte había planteado alegaciones sobre hechos acontecidos en 2012. El auditor defiende que hizo reparos ya a las cuentas de 2011.
Pagos millonarios a Lazard
Bankia se planteó abordar más fusiones a principios de 2012 para ganar un año extra a la hora de atender los nuevos requerimientos de provisiones. A tal efecto encargó a Lazard España el 16 de marzo un estudio sobre "fusiones alternativas" con los otros grupos financieros, entre los que se barajaron Banca Cívica, Liberbank y Unicaja, según reveló ayer el presidente del banco de inversiones Lazard, Jaime Castellanos, ante el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu. En ninguno de los escenarios se barajó la integración con La Caixa, aun cuando era bien vista desde el Ministerio de Economía.
Los gestores de Bankia aprobaron gastar 10,6 millones de euros para realizar el informe aunque finalmente el proyecto quedó aparcado y, tras la nacionalización y rescate de la entidad en mayo de 2012, ni siquiera se llegó a presentar, detalló Castellanos, según revelaron a Europa Press fuentes jurídicas.
"Se estudió la integración con Banca Cívica, la operación asturiana y el grupo Unicaja, pero con La Caixa no se contempló ninguna fusión", señaló a preguntas del abogado de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Andrés Herzog, según dichas fuentes jurídicas. Castellanos, que se declaró "amigo" de Rodrigo Rato "desde hace muchos años" y actualmente socio en varios negocios, reconoció que Lazard España percibió 4 millones de Bankia durante la etapa en que éste presidió la entidad, desde comienzos de 2010 hasta mayo de 2012. Rato fue directivo de Lazard entre 2007 y 2009.
El banco de inversión cobró 1,5 millones por analizar la viabilidad de la fusión de las siete cajas que formaron Bankia en el año 2010 y otros 2,5 millones por las condiciones de su salida a bolsa en julio de 2011.