Empresas y finanzas

Los 1.000 despidos en Marina D'Or eran "contratos que se terminaron"



    La crisis inmobiliaria no perdona a nadie. Ni siquiera al ideal de vacaciones cimentado entre las localidades castellonenses de Oropesa del Mar y Cabanes, donde "no viven en una burbuja" y las ventas han caído "como en toda España", según indica el jefe de comunicación del grupo, Juan Enrique Mas.

    Aunque el portavoz de la empresa no ha querido confirmar si este descenso es tan acusado como indicó recientemente el director general de Marina D'Or, Federico Rivas. El directivo ha generado un río de comentarios al reconocer en unas declaraciones a TV3 que desde verano se han comprado un 60% menos de viviendas en su complejo de vacaciones y que los beneficios se han situado al nivel de hace tres años.

    Situación financiera sana

    Mas no quiso confirmar ni desmentir el porcentaje, pero señaló que, como parte del sector inmobiliario, los problemas también les afectan. "Cualquiera que diga que la crisis no ha repercutido en sus cuentas miente", aseguró a elEconomista.es. Sin embargo, desde el grupo presidido por Jesús Ger se ha hecho mucho hincapié en que la situación de la empresa "es sana", ya que no pesa sobre ellos ninguna deuda astronómica "como en otras empresas".

    Es por eso que, por ahora, la actividad del grupo se centra en terminar las construcciones que ya están comenzadas y adaptar la materialización de los nuevos proyectos a la nueva situación del mercado. Según Mas, esto es lo que explica el millar de despidos a los que se hacía mención en la cadena de televisión catalana y que equivaldría a la tercera parte de la plantilla total del complejo.

    En palabras del portavoz de Marina D'Or, no se trata de despidos en sí, sino de trabajadores contratados por obra y servicio y que, a medida que se van concluyendo los edificios, sus contratos acaban. "En construcción, despidos, como tales, no ha habido, y en el sector turístico -hostelería, oficinas...- la contratación se verá en temporada alta", explicó.

    Y es que, según explicó Mas, este recorte de personal se debe también al hecho de que las estaciones de invierno y primavera representan las temporadas bajas de afluencia al complejo turístico, por lo que se necesitan menos trabajadores. Así, habría que esperar a verano para comprobar el verdadero impacto del frenazo inmobiliario en la ciudad del ocio de Castellón.

    A la espera

    Por ahora, el grupo no está pensando en tomar ningún tipo de medida con la que reactivar la demanda de viviendas, tal y como sí han hecho otras inmobiliarias. En concreto, Mas rechazó las que conllevan reducciones en los importes de venta porque "tenemos el precio justo y no lo necesitamos".

    Hasta no hace mucho, los planes de crecimiento del grupo pasaban por la consecución del megaproyecto de 18 millones de metros cuadrados llamado Marina D’Or Golf, compuesto de tres campos de golf rodeados de nuevos hoteles y apartamentos. Sin embargo, la actual crisis dificulta, por un lado la obtención de financiación y, por otro, la seguridad de que se vayan a vender todos los inmuebles que se vayan a construir.

    A estos factores se suma el hecho de que aún no cuentan con el visto bueno a todos los informes -medio ambiente, carreteras, ...- que se les ha solicitado desde la Generalitat valenciana. "Depende de trámites administrativos, no de nosotros. Es una decisión de la Generalitat", informaron.