Empresas y finanzas
Basilea suaviza los plazos a la banca para cumplir los requisitos de liquidez
- La intención es rebajar la necesidad de acudir a la financiación
Los Reyes Magos han llegado cargados para los grandes bancos internacionales. El grupo de gobernadores y de jefes de supervisión de las 27 mayores instituciones mundiales acordaron ayer ampliar los plazos para cumplir con los ratios de liquidez exigidos y suavizar sus condiciones, al tiempo que intentan que las entidades financieras puedan mantener un nivel de activos con suficiente liquidez como para no tener que acudir a los bancos centrales como "prestamistas de primer recurso".
El Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión (ghos), el órgano de supervisión del Comité de Basilea sobre Supervisión Bancaria, se reunió ayer para estudiar las enmiendas presentadas por el Comité de Basilea para el nuevo ratio de cobertura de liquidez (LCR). La institución respaldó este indicador como un componente esencial de las reformas de Basilea III, pero aprobó una serie de cambios sobre la formulación que se realizó en 2010.
Según indicaron, las reformas aprobadas constan de cuatro elementos: una revisión de la definición de los activos de alta calidad líquidos (HQLA) y las salidas netas de efectivo, un calendario para la introducción progresiva de la norma -mucho más suave-, una reafirmación de la capacidad de uso de la reserva de activos líquidos en períodos de estrés, incluyendo durante el período de transición, y un acuerdo para que el Comité de Basilea pueda llevar a cabo trabajos adicionales sobre la relación entre la liquidez y los préstamos de los bancos centrales.
Cambios en el ratio de liquidez
Los cambios en la definición de la cobertura de liquidez (LCR) incluyen la expansión de la gama de activos elegibles como de alta calidad (aquellos que puedan convertirse en efectivo en un plazo de 30 días dentro de un escenario de estrés), así como algunas aclaraciones a la entrada y las tasas de flujo de salida para reflejar mejor la situación real en tiempos de estrés. Todos estos cambios se recogerán en el anexo 2, que el Comité de Basilea prevé dar a conocer hoy mismo.
Los gobernadores acordaron también que la LCR debe aplicarse de manera gradual a la puesta en marcha de los requisitos de capital de Basilea III. En concreto, el ratio de liquidez se introducirá como estaba previsto el 1 de enero de 2015, pero el requisito mínimo se iniciará en el 60 por ciento en lugar del 100 por ciento previsto en un primer momento, aumentando en tramos anuales de 10 puntos porcentuales, hasta alcanzar el objetivo inicial el 1 de enero de 2019, lo que supone una suavización notable de los requisitos exigidos.
Este enfoque de incremento gradual está diseñado para asegurar que se puede introducir la norma sin interrumpir el fortalecimiento de los sistemas bancarios o la financiación de la actividad económica y responde a las peticiones realizadas constantemente por las entidades financieras y sus lobbies durante los últimos dos años.
Durante los períodos de crisis, el comité permitirá que los bancos puedan utilizar sus reservas de alta calidad, con lo que el ratio exigido podrá caer por debajo del mínimo. Al mismo tiempo, será responsabilidad de los supervisores tutelar esta situación atendiendo a las circunstancias existentes. El 'ghos' también acordó que, ya que los depósitos en bancos centrales son mayoritarios - de hecho, en algunos casos, la única forma segura de liquidez-, la interacción entre la LCR y la prestación de servicios de los bancos centrales es muy importante. Por este motivo, el Comité ha decidido seguir trabajando en este tema el próximo año.
Stefan Ingves, presidente del Comité de Basilea y Gobernador del Sveriges Riksbank, señaló que "las enmiendas a la LCR están diseñadas para garantizar que proporciona un estándar mínimo de liquidez de los bancos - un nivel que refleje la experiencia real en momentos de estrés. La realización de este trabajo permitirá que el Comité de Basilea pueda dirigir su atención a refinar el otro componente de las normas de liquidez global, la tasa neta de financiación estable, que permanece sujeto a un período de observación antes de su puesta en práctica en 2018".
La reforma de Basilea III, surgida a raíz de la quiebra de Lehman Brothers, incluye varios elementos básicos como el aumento de la calidad del capital, la mejora de la captura de los riesgos, el aumento de los requerimientos de capital, la constitución de colchones de liquidez, la introducción de un ratio de apalancamiento y de una estándar de liquidez, así como la mejora de la gestión del riesgo.