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El mundo necesita 3.000 controladores más, según representantes colectivo



    Madrid, 21 mar (EFECOM).- La Federación Internacional de Asociaciones de Controladores Aéreos (IFACTA) considera que actualmente faltan 3.000 profesionales de este colectivo en todo el mundo y se realizan demasiadas horas extras, y apela a los Estados y a los responsables del transporte aéreo para que tomen medidas.

    Estas son las principales conclusiones del 47 Congreso Anual Mundial de la IFACTA, celebrado recientemente en Tanzania con la participación de 300 delegados, según se refleja en un comunicado redactado por la Federación al término del encuentro y remitido hoy a EFE.

    La Federación Internacional de Asociaciones de Controladores Aéreos representa a más de 50.000 profesionales de 133 países.

    La Federación considera que son necesarios, de manera inmediata, 3.000 controladores aéreos más de los que hay actualmente, y afirma que los problemas que requieren una solución más urgente son "la falta mundial de controladores, el excesivo uso de horas extras y la ausencia de la denominada 'cultura justa'".

    Esta cultura se basa en la filosofía de aprender de los errores o problemas, analizándolos sin criminalizar a las personas.

    En este escenario, la Federación aconseja al colectivo no realizar horas extras y conocer y ajustarse a la legislación.

    El presidente de la IFATCA, Marc Baumgartner, afirma que la falta de controladores "es evidente en todas las regiones del mundo" y "representa un serio riesgo, ya que procuramos mantener la seguridad y la eficiencia del sistema a pesar del incremento del número de vuelos".

    En su opinión, "el exceso de horas extras y el continuo crecimiento del tráfico aéreo tienen como resultado un cansancio mental y físico que amenaza la salud del personal encargado del control del tráfico aéreo", por lo que apela a los Estados y a los responsables del transporte aéreo "para que reconozcan este riesgo potencial y tomen medidas inmediatas".

    Para la IFATCA la prioridad actual es promover la denominada "cultura justa", ya que "la filosofía de la culpa y la criminalización inhibe las prácticas seguras". EFECOM

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