Empresas y finanzas
Las eléctricas abrirán una batalla judicial si no suavizan la reforma energética
- El precio mayorista de la electricidad comienza a subir antes de la subasta para la tarifa de octubre
La batalla eléctrica acaba de comenzar. Con el anteproyecto de ley iniciando su tramitación parlamentaria, los equipos jurídicos de las eléctricas están preparando ya los posibles escenarios para hacer frente al golpe de 1.083 millones que les supone en sus cuentas la reforma energética.
Las eléctricas tienen ante sí la posibilidad de abrir una batalla judicial contra la propuesta de reforma del sector. De hecho, según los primeros análisis jurídicos, tanto el canon a la hidráulica como la tasa nuclear pueden ser objetivo de posteriores reclamaciones, una vez que el anteproyecto de ley acabe su trámite parlamentario.
En lo que respecta al canon, el 98% de la recaudación irá destinado a reducir el déficit, mientras que el 2% restante será para financiar los organismos de cuenca. Esta medida, por lo tanto, puede considerarse retroactiva, ya que recorta la previsión de rentabilidad. Asimismo, las empresas pueden barajar la posibilidad de acudir a un arbitraje al amparo de la Carta de la energía, al igual que han hecho los fondos de inversión internacionales con el recorte que se aplicó a la fotovoltaica.
Todos son perdedores
En la valoración de la reforma, todos los sectores se consideran perdedores, pero hay algunos que han perdido mucho más que otros, a tenor de los cambios que se han producido en la propuesta desde el primer borrador de Industria.
El texto que se ha enviado al Congreso ha sido firmado por el ministro de Industria, José Manuel Soria, y curiosamente por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro que fue el gran ganador de la pelea entre ambos departamentos y que el pasado viernes no compareció para explicar este proyecto, apadrinado también por su departamento.
Desde el sector de las eléctricas tradicionales, el primero en alzar la voz fue una vez más el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, que aprovechó de nuevo unas jornadas lejos de España para dar a conocer los planes de su compañía.
Galán indicó que las cargas impositivas y las primas deben ser homogéneas, dado que estas están forzando un cambio en el mix de producción en algunos países y creando barreras que impiden competir.
El presidente de Iberdrola ya había asegurado a Bloomberg la pasada semana, que si se recortaban sus ingresos, la empresa aplicaría también una reducción de gastos. De hecho, tras los primeros recortes, la eléctrica aplicó un plan de reducción de empleo para 400 personas y ha reducido un 50% las subcontrataciones.
El presidente de la mayor eléctrica española ha señalado que la política energética común debe enviar señales adecuadas sobre las tecnologías en las que han de invertir. En este sentido, ha incidido, las decisiones sobre el mix han de tomarse con la vista puesta en garantizar el suministro y reducir las emisiones, pero el análisis que realiza Galán es mucho más preocupante, ya que considera que el actual contexto de incertidumbre en la Eurozona, derivado de la escasa claridad en la política energética, la lentitud en la transposición de las directivas europeas y la cambiante y poco predecible regulación energética, está afectando a las posibilidades y el coste de financiación de una industria intensiva en capital y provocando la huida de los inversores hacia empresas de Estados Unidos, Reino Unido y economías emergentes, que cuentan con marcos estables.
El presidente de Iberdrola ha puesto como ejemplo lo sucedido en los últimos años en algunos países como España, donde se ha tomado la decisión de apoyar el desarrollo de renovables inmaduras -fotovoltaicas y termosolares- mediante incentivos cuya racionalidad económica es escasa.
Estas medidas regulatorias estrangulan a las compañías tradicionales, recortando sus ingresos y obligandolas, incluso, a financiar a estos nuevos competidores. La consecuencia final es el cierre, por razones políticas o fiscales, de plantas cuya producción es mucho más barata y que en muchos casos ni siquiera emiten CO2.
El mercado, no obstante, parece ir por otros derroteros distintos a los que plantea el presidente de Iberdrola. Entre el 14 y el 17 de septiembre, el mercado de futuros ha experimentado bruscas subidas (subida de OMIP cal-13* de 2,4 euros?/MWh), que no se han producido en otros mercados europeos, lo que anticipa el traslado íntegro de las tasas al consumidor español.
De hecho, tanto en el mercado al contado como los futuros ya mantienen importantes incrementos de los precios. El consumidor pagará el 32% de la reforma energética, según BNP Paribas.