El dueño del Chelsea, Abramovich, gana una demanda a su ex socio
"Descarto la demanda de Berezovsky en relación tanto a Sibneft y RUSAL", dijo la juez Elizabeth Gloster al tribunal.
Berezovsky, con un traje gris y una camisa blanca sin corbata, se sentó impertérrito mientras se leía el veredicto. Su odisea legal se extiende desde los brillantes pasillos del Kremlin a los enclaves extraterritoriales favorecidos por los magnates más ricos de Rusia.
Berezovsky, un matemático que llegó a ser influyente bajo el mandato del fallecido presidente Boris Yeltsin, dice que Abramovich usó la amenaza de represalias del Kremlin para intimidarle en la venta de cuatro de las principales petroleras de Rusia a un precio bajo.
Abramovich, el 68 hombre más rico del mundo con una fortuna de 12.100 millones de dólares (8.250 millones de euros), lo niega y dice que solo pagó a Berezovsky por cobertura política y protección - conocido en el argot delictivo ruso como "krysha" o "tejado".