La falta de crédito bancario agudiza el ingenio de las empresas europeas
- Para obtener fondos optan cada vez más por acuerdos poco convencionales
Frente a la falta de crédito bancario, imaginación. Esa es la consigna que han lanzado en el sur de Europa un gran número de empresas, enfrascadas en la difícil tarea de encontrar nuevas fuentes de financiación para reducir sus deudas y seguir operando con normalidad. Un contexto que ya ha empujado a muchas de ellas a explorar las posibilidades que ofrecen otros acuerdos de financiación al margen del circuito tradicional y con prestamistas extranjeros. Y la tendencia va a más, agravada por la depresión que se vive en el mercado de fusiones y adquisiciones y que provoca que los precios sean poco atractivos para las empresas que se decantan por vender activos.
Ese ha sido, por ejemplo, el caso de Cementos Portland. A principios de año, cuando la compañía del grupo FCC se encontraba renegociando una deuda bancaria de casi 1.500 millones, las entidades acreedoras rompieron la baraja imponiendo como condición que la empresa redujera sus niveles de endeudamiento. Para solventar ese escollo, en lugar de vender una parte de la compañía, como sería lo normal, la cementera anunció un acuerdo con la firma de capital riesgo Blackstone que acababa definitivamente con sus problemas para refinanciar a largo plazo los créditos bancarios suscritos.
Emisión de bonos
Así, mediante una emisión de bonos a largo plazo (seis años) con una rentabilidad del 10 por ciento, cubierta en su totalidad por el fondo estadounidense, el grupo captó un total de 350 millones de euros para calmar los ánimos de los bancos y asegurarse un periodo de tranquilidad de cuatro años. Además, gracias a esta solución, poco habitual, la empresa evitaba verse abocada a la venta de su filial estadounidense (Giant) en un momento en el que el mercado local mostraba síntomas de recuperación.
"Estamos seguros de que en el futuro seguirá habiendo empresas necesitadas de reducir sus niveles de deuda para seguir financiándose en el mercado bancario", explica Tripp Smith, un importante directivo de Blackstone al diario Wall Street Journal. El fondo, frente a este previsión, ya se encuentra evaluando el potencial de este tipo de acuerdos con empresas con problemas.
Pero, para atraer el interés de posibles prestamistas extranjeros frente a la inoperancia de las entidades financieras locales, como ha sucedido en el caso de FCC, muchas compañías explotan al máximo las ventajas de tener activos en zonas geográficas menos afectadas por la crisis, como Latinoamérica o China, o que ya se están recuperando, como Estados Unidos.
Activos de 'garantías'
De esta forma, muchas son ya las empresas de países como Portugal o Grecia que han empezado a garantizar sus créditos con activos como filiales o participaciones minoritarias en empresas afincadas en mercados que gozan de buena salud, más del agrado de las entidades financieras extranjeras.
Portugal Telecom puede dar fe de ello. Después de renegociar con los bancos acreedores, la mayoría europeos, una línea de crédito de 1.200 millones de euros, éstos sólo estuvieron dispuestos a refinanciar un paquete de 800 millones, lo que empujó la teleco a acudir al Bando Do Brasil, un país donde la compañía cuenta con una importante presencia. Éste último concedió a la empresa lusa un crédito de 100 millones de euros, allanando el camino para una emisión de bonos posterior con la que la empresa captó otros 400 millones de euros.
Según los últimos datos hechos públicos por Dealogic, la concesión de créditos bancarios a las empresas europeas caerá en 2012 un 43 por ciento frente a 2011.