Eurovegas: Sheldon Adelson, un magnate rodeado de escándalos
Para exportar un imperio de los casinos a China, donde las apuestas son ilegales en casi todo el país, se necesita mucho dinero y buenas conexiones. Sheldon Adelson tenía de sobra de lo primero, pero le faltaba lo segundo.
El magnate de los casinos de Las Vegas pronto se dio cuenta de que el éxito de su empresa dependería de la buena voluntad de los oficiales chinos para dar los permisos para construir, iniciar la actividad y permitir el flujo de visitantes. Necesitaba llegar a los más altos niveles del gobierno.
Así se movió por China
Para ello contrató a Yang Saixin, un empresario con conexiones en el aparato de seguridad y en el ejército, que sabía cómo gestionar relaciones y favores para abrir puertas en China. A cambio de 24.500 euros al mes, se convirtió en su mano derecha. Yang actuaba como guía personal de Adelson ante las autoridades chinas, era el portavoz de varios ambiciosos proyectos de la compañía e intervenía por el magnate en las entrevistas con los reguladores. Su esposa llevaba a la mujer de Adelson de compras cuando ésta estaba en Pekín. "Adelson y yo teníamos una buena relación", señaló Yang en una entrevista reciente en Hong Kong con el New York Times. "Debería estar agradecido".
Yang se unión a Las Vegas Sands en 2007 mientras la compañía intentaban proteger sus intereses en Macao, donde las ganancias de los casinos y las apuestas estaban floreciendo, y presionaban para construir un complejo hotelero en China.
Ahora, Yang está siendo investigado junto con decenas de millones de dólares en pagos que Las Vegas Sands hizo a través de él, por posible soborno a autoridades extranjeras en China y Macao.
Corrupción en Macao
Las investigaciones sobre las actividades de Adelson en China no paran de crecer. Esta semana el Consejo de Control del Juego de Nevada anunció que está intentando aclarar si la multinacional Las Vegas Sands Corp. cometió soborno en sus transacciones con China continental; una investigación que se suma a las ya iniciadas por el Departamento de Justicia de EEUU y la Comisión de Bolsa y Valores.
Los tres procesos tienen sus raíces en una demanda por incumplimiento de contrato presentada en Nevada por Steve Jacobs, exdirector ejecutivo de Sands China. En esta denuncia, Jacobs alega que fue despedido después de enfrentarse al propio Adelson en varias ocasiones por "las peticiones ilegales".
Sands China ha negado desde el principio cualquier irregularidad y el propio Andelson ha llegado a asegurar que "nada de lo que dice Jacobs es verdad y no puede probarlo". No obstante, las pesquisas se han extendido y se investigan posibles pagos a legisladores de Macao, una región administrativa especial y el único lugar de China donde los casinos son legales. Los dos establecimientos de Adelson allí, el Sands Macau y el Venetian, proporcionan a la compañía del magnate dos tercios de sus ingresos.
Las autoridades de Nevada han obtenido recientemente un informe detallado, pero preliminar, de una firma externa, que llegó a la conclusión de que durante la administración anterior, los controles de la compañía eran 'demasiado débiles'.
El documento, publicado por primera vez el viernes por el Wall Street Journal, no encuentra pruebas concluyentes de pagos corruptos, pero cuestiona una serie de acuerdos antes de la llegada de Jacobs a la compañía.
Entre otras cuestiones, destaca que se gastaron decenas de millones de dólares a través de intermediarios como Yang para asegurar el espacio para el Centro Adelson para Empresas EEUU-China, una organización que pretendía servir de apoyo para las empresas estadounidenses que buscan hacer negocios en China. El proyecto se paralizó posteriormente y no está claro a dónde fue a parar todo ese dinero.
Ahora, las autoridades de EEUU intentan aclarar qué pasó con ese dinero y si terminó en manos de funcionarios chinos.
Sin cargos formales
Yang ha negado las acusaciones de soborno y dice que perdió dinero en sus negocios con Las Vegas Sands. "Estoy siendo acosado porque ayudé al Venecian y a Andelson a hacer muchas cosas", dijo al New York Times. "Estoy en el medio y todos me señalan a mí".
De momento, ninguna de las tres investigaciones -la del Estado de Nevada y las dos a nivel federal- han acusado a Las Vegas Sands o a Adelson de mala praxis o de haber violado la ley. No se ha presentado ningún cargo contra la empresa o el empresario. En teoría, se podría acusar a la empresa de no ser apta para operar casinos debido a posibles violaciónes de la ley en Nevada.
Una queja requiere el respaldo unánime de un panel de tres miembros, y entonces el casino tendría la oportunidad de defenderse o mostrar cambios para corregir los errores del pasado. Si la queja no se resuelve en ese momento, las dos partes se enfrentarán ante la Comisión de Juegos de Azar del Estado, que tiene el poder de revocar una licencia de casino, aunque rara vez llega tan lejos.
El mayor donante republicano
Las investigaciones a las empresas de Adelson pueden llegar a colarse en la campaña electoral en EEUU. El magnate se ha convertido en uno de los principales apoyos económicos del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Este martes, cientos de manifestantes recibieron al virtual candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, en las afueras del hotel Venetian, cuando el legislador por Wisconsin se preparaba para sostener una reunión privada con Adelson .
Cumpliendo los deseos de Adelson de permanecer fuera del radar, los ayudantes de Mitt Romney rechazaron decir quien acudiría al encuentro con Ryan, aunque la localización (una habitación privada en uno de los hoteles de Adelson ) y filtraciones a la prensa desde la campaña de Romney despejaron las dudas.
Las leyes prohíben que los candidatos pidan dinero directamente a los donantes para los Super PAC (los comités de acción política) que les apoyan, por lo que la campaña insistió que el encuentro no era un evento para recaudar fondos, sino una "reunión financiera". La campaña no permitió que la prensa cubriera el evento.
Activismo sionista
Adelson es uno de los hombres más ricos del mundo y ha utilizado su fortuna para apoyar causas conservadoras y defender los intereses de Israel desde hace mucho tiempo. Su activismo sionista es de sobra conocido, pero las actividades a favor de la causa republicana las llevaba de forma más discreta hasta esta campaña de 2012, cuando él y su esposa han pasado al primer plano.
Hasta junio, la pareja había donado al menos 38,5 millones a grupos pro republicanos y a los Super PAC, junto con varios miles de dólares en cheques de 2.500 (2.036 euros) directamente a los candidatos.
Es más del doble de lo que ha dado su competidor más cercano por el título de mayor donante, el millonario conservador de Texas, Harold C. Simmons, haciendo de Adelson una poderosa influencia en la campaña.
Adelson ha comprometido otros 10 millones adicionales a grupos conservadores que por sus constitución legal, al contrario que los Super PAC, no tienen por qué hacer públicas sus donaciones.
El magnate aparece el 14 en la última lista de multimillonarios de la revista Forbes. Su remuneración anual como consejero delegado de Las Vegas Sands se acerca a los 10 millones de dólares (8,14 millones de euros).
Algunas fuentes cifran en más de 20.300 millones de euros la fortuna de un imperio de casinos, hoteles y centros de convenciones, cuyo centro es el Venetian en Las Vegas, un monumento al exceso.
De 78 años, casado y con cinco hijos, Adelson creció en Boston en el seno de una familia judía modesta. Nunca llegó a graduarse en el City College de Nueva York y se forjó a sí mismo como empresario. Sus casinos en Las Vegas son los únicos en los que los trabajadores no pueden asociarse en un sindicato y se opone a que se eleven los impuestos a sus empresas. Además, consigue importantes ahorros al no repatriar el dinero que generan sus filiales en el extranjero.
Hace cinco años, creó un periódico en Israel muy crítico con el Gobierno de Ehud Olmert.
La relación de Mitt Romney con Adelson no siempre fue buena, ya que en un principio apoyaba al expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, que compitió contra el exgobernador de Massachussets en las primarias. Pero en los últimos meses, el millonario candidato republicano y el magnate han mantenido varios encuentros privados y organizaron juntos un evento de recaudación de fondos en Jerusalén.
Adelson de momento no ha donado nada para la campaña de Paul Ryan y los comités que le apoyan. El candidato a vicepresidente no ha definido aún sus opiniones sobre Israel y el proceso de paz, aunque los asistentes a la reunión de Las Vegas esperaban que el tema estuviera sobre la mesa si quieren que Adelson vuelva a sacar la chequera.