Empresas y finanzas
La banca se prepara para una nueva guerra de depósitos a la vuelta del verano
Las entidades han elevado la retribución de las imposiciones a plazo fijo en los últimos meses hasta superar de media la barrera del 2,5% a un año, una tendencia que puede tener continuidad
Adaptarse al entorno es fundamental para sobrevivir, y un ejemplo de ello es la evolución de los intereses que ofrecen los bancos a través de sus productos de ahorro. Durante meses, las entidades bancarias han revisado a la baja la retribución de los depósitos que comercializan mediante su oferta comercial. Hasta el punto de que en mayo, la rentabilidad media a un año de los plazos fijos llegó a caer por debajo del 2,5%, la más baja de toda la crisis. Dos meses después, el interés de los depósitos supera esa barrera con creces, hasta el 2,55%. Pero, ¿qué ha cambiado desde entonces? Por un lado, la competencia que supone la deuda pública española a corto plazo tras el atractivo que ha ganado con el agravamiento de la crisis soberana de la eurozona. Y por otro, la imposibilidad de obtener financiación en los mercados mayoristas desde marzo.
Las cenizas resplandecen
Contra todo pronóstico, los depósitos suben. Un repunte en su rendimiento parecía complicado, y más después de la bajada en los tipos de interés que efectuó en julio Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), hasta el 0,75%, el nivel más bajo de toda la historia. Normalmente, un descenso en el precio del dinero implica un reajuste, a la baja, de los intereses que ofrece la banca a particulares en productos de ahorro. Sin embargo, hay factores que dificultan que esto suceda.
Además del atractivo que ha ganado la deuda que emite el Tesoro y el cierre de los mercados mayoristas, la posibilidad de que el BCE efectúe una tercera barra libre de liquidez a la banca europea, como las que ejecutó en diciembre y febrero, cada vez se ve más lejana. Por no recordar, también, que los menores intereses que ofrecen los depósitos han mermado su capacidad de seducción. Una realidad puesta de manifiesto tras el último dato publicado por el Banco de España sobre el ahorro gestionado por la banca española en depósitos correspondiente al mes de mayo, que cedió a su nivel más bajo desde febrero de 2008.
Pero no es ningún secreto que los depósitos ya no son la alternativa estrella del ahorrador, ni tampoco de la banca. Hasta ahora, ya que en las últimas semanas algunas entidades han movido ficha para devolverles el brillo que en su día tuvieron. Las últimas en elevar la retribución que brindan sus imposiciones a plazo fijo han sido Sabadell y CAM (integrada en la entidad catalana), hasta el 3,75% a un año. Dos entidades que se suman a la dinámica iniciada con anterioridad por ActivoBank -banco online de Sabadell-, Popular u OficinaDirecta -entidad online de Pastor-, esta última supera incluso el 4%. Una tendencia que, en los próximos meses, podrían imitar otras financieras.
Aunque la verdadera batalla, por el momento, se libra en los depósitos a seis meses. Si aún piensa que a mayor plazo, mayor es la rentabilidad, se equivoca. Por ejemplo, la diferencia entre contratar un plazo a un año o a seis meses en OficinaDirecta es de 0,25 puntos porcentuales. Lo mismo sucede en Bankinter, que puede lograr un 4,25% en medio año o un 0,72% a 12 meses si contrata su imposición a plazo fijo. La última en apuntarse a esta inercia ha sido ING Direct, que estrena un depósito a seis meses que otorga un 4%.
Competencia para los pagarés
El repunte en la rentabilidad de los depósitos resta atractivo a los pagarés, la deuda a corto plazo emitida por una entidad bancaria. Su comercialización se extendió entre los inversores particulares a finales del año pasado como fuente alternativa de financiación ante el cierre de los mercados mayoristas y las limitaciones que penalizan a los bancos que ofrecen rentabilidades superiores a la media con aportaciones, cinco veces superiores a la habitual, al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español.
Desde entonces, los pagarés han ido comiendo terreno poco a poco a los plazos fijos en los escaparates bancarios gracias a sus mayores rendimientos, que seducían a quienes buscaban una alternativa a la baja retribución de los depósitos. Hasta ahora, porque la retribución de ambos productos se ha igualado.
A doce meses, la oferta más suculenta es la de Popular, que ofrece un 4,25% a partir de una inversión mínima de 5.000 euros. El mismo interés que entrega el depósito más rentable. Por detrás de la entidad que preside Ángel Ron, el resto de los pagarés a un año no supera el 4%. De hecho, un 4,25% es lo máximo a lo que puede optar un inversión en estos productos, incluso a plazos superiores.