Empresas y finanzas
Eurovegas obliga a Madrid y Barcelona a una rebaja del precio de sus terrenos
- La crisis y las condiciones puestas por Adelson dificultan la elección de España
¿Quién da más? Madrid y Barcelona compiten para conquistar al magnate estadounidense Sheldon Adelson y, aunque las dos ciudades se han puesto sus mejores galas y han prometido todas la facilidades administrativas posibles, la decisión final depende, como siempre, del dinero. Michael Leven, presidente de Las Vegas Sands, ya ha asegurado que el precio de los terrenos será decisivo a la hora de decantarse por una ubicación u otra. No en vano, en su visita a Madrid, Leven dejó caer que en el caso de que la capital de España se llevara el proyecto, la parcela elegida sería Alcorcón, ya que "es más barata que Valdecarros". "Al final lo que nos hará decidir la localización es el coste", aseguró Leven.
Esta condición final obliga a Madrid y Barcelona a rebajar el precio de los terrenos para hacer más atractiva y competitiva su oferta. Hace dos décadas, Madrid y Castellón se quedaron sin EuroDisney porque el Ayuntamiento de París decidió ceder gratuitamente los terrenos a Disney para que construyera allí el parque temático. Aunque el nivel de renta y población de la capital francesa también ayudaron a tomar la decisión, el precio del terreno fue clave ya que hizo que la empresa se olvidara del mal clima de París. Ahora le toca el turno a las dos principales ciudades españolas que esperan este multimillonario proyecto como agua de mayo para superar la crisis económica.
¿Cuál hará la apuesta más arriesgada?
De momento, ninguna de las dos capitales cuenta con ventaja para albergar la ciudad del juego, que supondrá una inversión inicial de 6.000 millones de euros y tal y como están evolucionando las cosas puede que no lo albergue ninguna de las dos, por lo menos en el corto-medio plazo. En los últimos meses, la compañía del magnate judío Adelson, cuyo consejo de administración ha visitado varias veces nuestro país, ha ido poniendo una serie de condiciones para llevar a cabo la inversión, que colocan al macroproyecto de ocio en la delgada línea roja entre la apuesta y el farol.
¿Qué puede hacer que la ciudad del juego no se quede en España? Según explicó el propio Leven, enviado y representante del Adelson, que no se llegue a una acuerdo con las autoridades sobre los cambios legislativos y que no obtengan financiación. "No queremos crear una ciudad con leyes especiales para nosotros, sino que los cambios afecten a toda la población", explicó el presidente de Las Vegas Sands. La empresa norteamericana, dueña de casinos en EEUU y China, donde ahora genera la mayor parte de sus negocio, quiere que el Gobierno de España cambie la ley antitabaco y permita fumar en las salas de juego y bares. A su vez, también ha solicitado que se suavice la ley del juego y el sistema tributario. Estas dos condiciones suponen un pequeño escollo para realizar el proyecto, por mucho que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, se muestre favorable al cambio. "El proyecto se cancelará si no hay reformas legales", sentenciaron.
La financiación del proyecto es otro problema. La multinacional del juego está dispuesta a aportar el 35% del capital y el resto lo ha dejado en mano de los bancos. Se ha reunido con 40 entidades españolas para que apoyen el proyecto, ya que parece que la banca estadounidense no está muy por la labor. La crisis económica pone la puntilla. Las Vegas Sands, que ha retrasado ya dos veces la toma de decisión, asegura que la evolución de la economía es clave.