Empresas y finanzas

Merkel, ante una difícil posición en casa por la ayuda a España



    BERLÍN (Reuters) - El Gobierno de Angela Merkel se vio obligado a defender el lunes el rescate de la UE para los endeudados bancos españoles, ya que muchos alemanes están convencidos de que se está abusando de su generosidad y los escépticos advierten de que prometer ayuda sin duras condiciones sienta un peligroso precedente.

    Colaboradores de la canciller alemana justificaron el enorme rescate de hasta 100.000 millones de euros en el hecho de que la economía española no está tan mal como para necesitar el tipo de condiciones impuestas a Grecia y que la ayuda no se va a pagar directamente a los bancos españoles, sino al Gobierno.

    "La solicitud española procede del Estado, el dinero irá al Estado, el Estado es responsable y el Estado asume la responsabilidad de las condiciones establecidas", dijo el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.

    "Envía una buena señal a los mercados y socios europeos de que Europa es capaz de actuar y ahora tiene los instrumentos a su disposición para abordar los acontecimientos de la crisis que no tenía hace dos o tres años", declaró Seibert.

    Pero sondeos de opinión reflejan una creciente fatiga entre los alemanes por el papel de su país como pagador en la crisis de deuda soberana de la zona euro.

    La magnitud de la ayuda puesta a disposición de España parecía reforzar las advertencias de un pequeño pero creciente grupo de alemanes euroescépticos de que este tipo de rescates se han convertido en un agujero negro para el dinero de los contribuyentes alemanes.

    El diario de gran circulación Bild advirtió que, igual que un paquete de rescate no fue suficiente para Grecia, "el paciente español también necesitará más ayuda que una inyección única de capital".

    "¿Realmente van a ser suficientes 100.000 millones de euros para España, Señor Schäuble?", preguntó al ministro alemán de Finanzas.

    El Mitteldeutsche Zeitung lo calificó de costoso "sedante" y el erudito Die Welt expresó dudas similares de que la ayuda española detendría la podredumbre en la zona euro, pese a una respuesta inicial positiva en los mercados financieros.

    "Los políticos están una vez más mostrando tanto optimismo sobre lo cerca que están de resolver los problemas que los ciudadanos, muchos de los cuales ya se han hecho escépticos, tienen incluso más sospechas", escribió Die Welt.

    El Frankfurter Allgemeine Zeitung dijo que es un peligroso precedente abandonar la insistencia de Alemania de vincular la ayuda con estrictas condiciones. "Italia también estará feliz de llevarse dinero sin duras condiciones e Irlanda podría pedir que se relajen sus condiciones de forma retroactiva", afirmó.

    "El caso español demuestra que no ha quedado mucho del principio 'alemán' de permitir ayuda dentro de la zona euro sólo con las exigencias de reforma más duras posibles".

    PARTICIPACIÓN PARLAMENTO ALEMÁN

    El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se presentó en televisión y radio para defender la decisión, señalando que la deuda de España es menor que la de Alemania, pero su problema bancario "tenía que resolverse añadiendo suficiente capital".

    A falta de que el Parlamento alemán dé su aprobación al pacto fiscal liderado por Merkel para la disciplina presupuestaria en Europa y para el mecanismo de rescate permanente de la zona euro, los Cristianodemócratas de Merkel (CDU) intentaron evitar que el acuerdo español proporcionemás combustible a los argumentos de los euroescépticos.

    "El tema decisivo aquí es que la ayuda no se dará directamente a los bancos españoles, sino a un fondo de reestructuración gestionado por el Estado, y el Estado español responde por él", dijo el parlamentario de la CDU Norbert Barthle a Reuters.

    Mostró su confianza en que las conversaciones con el principal partido de la oposición alemana de centroizquierda sobre estímulos para el crecimiento y creación de empleo permitieran que el pacto fiscal y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sean aprobados por el Parlamento antes del receso del verano.

    "Sin duda el Parlamento alemán necesitaría decir algo sobre el rescate de España y creo que podemos lograr una mayoría para esto", dijo Barthle, reflejando su confianza en que los Socialdemócrata europeístas y los Verdes respaldarían la ayuda española.

    Este punto de vista es respaldado por el principal organismo de la industria de Alemania, el BDI, cuyos miembros orientados a la exportación se han beneficiado enormemente de un euro débil y bajos tipos de interés en la zona euro.

    "La situación en España es completamente diferente a Grecia: la economía es mucho más estable y tiene tradicionalmente un nivel de deuda nacional mucho más bajo", dijo Markus Kerber, del BDI, al diario Sueddeutsche Zeitung, justificando la iniciativa para resolver la crisis bancaria "que cuelga como una piedra de molino alrededor del cuello de España".

    Merkel se encuentra en una incómoda posición en medio de socios extranjeros como Washington, París y Londres, que piden medidas más decisivas para salvar el euro, y los votantes alemanes, que ya no están convencidos de que la moneda única sea mejor que el marco alemán, según recientes sondeos.

    Ante recientes indicios de que la resistencia alemana a la crisis está debilitándose, el financiero George Soros escribió en el diario francés Le Figaro que una economía alemana más débil haría "incluso más difícil para la canciller Angela Merkel convencer a la opinión pública alemana de que aceptara más responsabilidades con respecto a Europa".

    /Por Stephen Brown y Sarah Marsh/