La Audiencia da la razón a Lastminute en su lucha contra los ataques de Ryanair
- Lastimute no precisa autorización por parte de Ryanair para ser intermediario
- En 2008 amenazaron con cancelar los billetes vendidos por agencias en Internet
La Audiencia de Barcelona ha dado la razón a Lastminute en sus quejas por la campaña de desprestigio impulsada por Ryanair contra las agencias de venta por Internet, aunque ha avalado que la compañía aérea pueda publicitar que todas las reservas se tienen que realizar en su propia web.
En una sentencia, la sección decimoquinta de la Audiencia de Barcelona desestima el recurso que Ryanair había presentado contra el fallo de julio de 2010 de un Juzgado mercantil de Barcelona que ordenaba a la compañía aérea dejar de proferir manifestaciones "denigratorias" contra agencias on line como Lastminute.
Competencia desleal
La sentencia del Juzgado mercantil número 7 de Barcelona consideraba que Ryanair había cometido un acto de competencia desleal denigratorio al denunciar que las agencias on line "roban y timan" a los consumidores cobrando "sobreprecios injustificados" y amenazando, como hizo en 2008, con cancelar los billetes vendidos por estas agencias por Internet.
La Audiencia coincide con el Juzgado mercantil a la hora de considerar que las manifestaciones de los directivos de Ryanair en contra de las agencias on line son "inadmisibles e injustificables en cualquier contexto".
"Es cierto que Ryanair puede decidir cómo quiere comercializar los pasajes para sus vuelos: si hacerlo directamente o bien acudir a intermediarios. Ahora bien, cuando ha decidido hacer públicas sus ofertas de vuelos a través de Internet, no puede impedir que esa información que pone en el mercado a disposición de todos los usuarios sea aprovechada por otros empresarios como una oportunidad de negocio", remarca la Audiencia.
En este sentido, el fallo subraya que la actuación de las agencias de viaje on line, como Lastiminute, "no es incompatible" con la forma en la que Ryanair ha decidido vender sus billetes.
No precisa autorización
"Lo que se limita a hacer Lastimute es tomar la información que hace pública Ryanair y mostrarla a su propio cliente, junto con toda la información que ha recabado de los demás operadoras, para que el cliente elija la opción de vuelo que estime más favorable", alega el fallo, que agrega que Lastimute no precisa autorización alguna por parte de Ryanair para llevar a cabo esa actividad de intermediación.
Según la sentencia, "lo que no puede impedir Ryanair es que la información que ha puesto en el mercado sea legítimamente utilizada por otros empresarios para hacer su propio negocio y esto es lo que ha pretendido hacer con los actos desleales que se le están imputando".