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El partido de Suu Kyi le da un escaño en Myanmar



    YANGÓN (Reuters) - La líder prodemocracia de Myanmar, Aung San Suu Kyi, consiguió el domingo un escaño en la cámara baja del Parlamento, dijo su partido tras unas históricas elecciones parciales que suponen una prueba para las credenciales reformistas del país y que podrían convencer a Occidente para que ponga fin a las sanciones.

    Su formación, la Liga Nacional para la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés), anunció en su sede que la premio Nobel de la Paz había ganado en Kawhmu, en el sur de la capital comercial del país, Yangón, tras dos décadas de lucha contra la dictadura.

    "Daw Aung San Suu Kyi ha ganado. La candidata de la NLD se ha llevado el distrito de Kawhmu", dijo un cargo del NLD ante los vítores de cientos de manifestantes. La Comisión Electoral de Myanmar tiene aún que verificar los resultados de unos comicios en los que había en juego 45 escaños.

    Estados Unidos y la Unión Europea han sugerido que algunas sanciones - impuestas hace más de dos décadas en respuesta a los abusos en derechos humanos - podrían levantarse si las elecciones son libres y justas, lo que generaría una ola de inversión en este país empobrecido pero rico en recursos que se asienta entre las potencias India y China.

    La carismática y popular Suu Kyi, premio Nobel de la Paz cuyo arresto domiciliario de quince años concluyó en 2010, se quejó la semana pasada de "irregularidades", aunque no lo suficientemente significativas para que su partido opte por 44.

    Desde el amanecer, los votantes hicieron cola tranquilamente en las improvisados centros electorales en colegios, centros religiosos y edificios comunitarios, algunos de ellos con emoción desbordada tras votar a la frágil Suu Kyi, o "Tía Suu" como cariñosamente es conocida.

    En el distrito rural de Suu Kyi, compuesto de casas de bambú en Kawhmu, al sur de la ciudad más grande del país, Yangón, parecía disponerse a conseguir una abrumadora mayoría.

    "Toda mi familia ha votado por ella y estoy seguro de que todos nuestros parientes y amigos la votarán también", dijo Naw Ohn Kyi, de 59 años, agricultor de Warthinkha.

    "Por lo que hemos comprobado mis amigos y yo, casi todo el mundo ha votado a la tía Suu", dijo Ko Myint Aung, de 27 años y propietario de una tienda en Kawhmu.

    Para ser considerada creíble, la votación ha de tener el visto bueno de Suu Kyi, que fue puesta en libertad en noviembre de 2010, seis días después de unas elecciones generales muy criticadas que despejaron el camino para el fin de los 49 años de régimen militar directo y abrieron el Parlamento repleto de militares activos y jubilados.

    El presidente Thein Sein, general de la antigua junta militar, ha sorprendido al mundo con las reformas políticas más drásticas desde que el Ejército tomó el poder en un golpe en 162 en esta ex colonia británica conocida como Birmania.

    En un año, el Gobierno ha liberado a cientos de presos políticos, celebrado conversaciones de paz con rebeldes de etnias minoritarias, relajado la estricta censura mediática, permitido sindicatos y mostrado signos de retirarse de la órbita política y económica del poderoso gigante vecino, China.

    El pasado noviembre Hillary Clinton hizo su primera visita al país de un secretario de Estado de Estados Unidos desde 1955. Ejecutivos empresariales, en su mayoría de Asia pero muchos también de Europa, han acudido a Yangón en las últimas semanas para captar oportunidades de inversión en este país de 60 millones de personas, uno de los últimos mercados aislados de Asia.

    "UN RITMO ASOMBROSO"

    Los centros electorales contaron con un pequeño número de observadores de la Unión Europea y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que sólo tuvieron unos días para prepararse dentro de Myanmar. Algunos dijeron que se consideraban "vigilantes" en lugar de observadores electorales.

    "Las irregularidades que vimos en los centros que visitamos no parecían deberse a mala voluntad o intenciones, sino a una falta de experiencia", dijo la delegada de la UE Malgorzata Wasilewska, que señaló que la UE sólo había visitado unos cuantos centros electorales y que podía haber irregularidades en el proceso de recuento.

    Los últimos comicios, de noviembre de 2010, fueron ampliamente considerados sesgados a favor del Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión, respaldado por el Gobierno y el mayor del Parlamento. La NLD boicoteó las elecciones.

    Pero a medida que Myanmar cambia, también lo hace Suu Kyi. Con 66 años, muchos la ven ahora más astuta políticamente, más realista y más comprometida. Ha descrito al presidente Thein Sein como "sincero" y "honrado" y ha aceptado su petición para que la NLD participara.

    Sus prioridades, dice, son introducir el papel de la ley, poniendo fin a las insurgencias étnicas y enmendar la Constitución de 2008 que asegura que el Ejército retiene poder político y su importante influencia en el país.

    Aunque su partido pueda conseguir apenas un número de votos, muchos esperan que ejerza una gran influencia.

    Algunos birmanos se preguntan si los conservadores se opondrán a sus ideas en el Parlamento dada su popularidad, especialmente antes de las elecciones generales de 2015. Muchos parlamentarios quieren alinearse con ella, aprovechándose de su apoyo popular.

    Los escépticos con el movimiento democrático dicen que Suu Kyi está trabajando demasiado estrechamente con un Gobierno repleto de los mismos generales que persiguieron disidentes, temiendo que esté siendo explotada para convencer a Occidente de que ponga fin a las sanciones y parezca que hay un cambio efectivo. Otros carecen de expectativas una vez entre en el Parlamento.

    "Demasiadas expectativas son peligrosas", dice Ko Ko Gyi, ex prisionero políticos y leal a Suu Kyi. "No es una maga".