Los pilotos de Iberia harán huelga los lunes y viernes desde el 9 de abril al 20 de julio
- Los pilotos convocan otras 30 jornadas de paros
- Acusan a Iberia de crear una empresa "ilegal"
El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha comunicado el calendario de paros previsto para los próximos meses después de que fracasaran las negociaciones con la aerolínea. Según anuncian, convocarán huelga para cada lunes y cada viernes desde el 9 de abril hasta el 20 de julio, ambos incluidos y sin excepciones.
De esta forma, la organización sindical retoma las movilizaciones, que suspendieron al alcanzar un acuerdo con Iberia para nombrar a un árbitro que facilitase las negociaciones. Sin embargo, ayer el conflicto volvió a saltar con la ruptura de las conversaciones a pesar de la mediación del Manuel Pimentel, designado por el Gobierno.
Según indican, han decidido convocar las nuevas 30 fechas de huelga "debido al boicot que ha ejercido Iberia sobre el proceso que ha impedido conseguir un acuerdo a pesar de las importantes concesiones ofrecidas por Sepla".
"En un intento de avanzar en la mediación, Sepla propuso que los pilotos de Iberia fueran los que volaran en la Express, con las condiciones determinadas para esta filial, lo que la empresa rechazó", añaden los pilotos en su comunicado.
Iberia Express
El origen del enfrentamiento entre los pilotos e Iberia se encuentra en la creación de la filial de bajo coste, Iberia Express. Pese a la firme oposición del Sepla y a los paros, la compañía aérea ha manifestado en todo momento su intención de seguir adelante con el proyecto, que empezó a funcionar este domingo.
En este sentido, el sindicato acusa a la empresa que preside Antonio Vázquez de crear una empresa "ilegal" y de vulnerar el convenio en varios puntos, como el de la segregación de actividad de la matriz. "La compañía tiene previsto traspasar 40 aviones de la matriz a la nueva filial, lo que significará la eliminación de 8.000 puestos de trabajo", aseguran.
Además, el Sepla critica a Iberia por interferir en el trabajo de Pimentel, algo que ellos sí dicen haber respetado "evitando las declaraciones públicas". "No sólo incumplió dicho aspecto, sino que advirtió que la mediación no era vinculante, llegando a manifestar que incluso una sentencia en su contra en los tribunales sólo significaría para Iberia un problema de imagen".