Empresas y finanzas

Sacyr y Pemex romperán su pacto sin pedir compensación económica



    Pemex y Sacyr ultiman las condiciones de la ruptura definitiva de su acuerdo tras su fracaso en su intento de sindicar sus acciones para controlar Repsol.

    Los términos de este nuevo contrato buscarán limar todas las asperezas y concretar que ninguna de las partes podrá pedir indemnizaciones económicas, después de la destitución de Luis del Rivero como presidente de la constructora, lo que dejó inhabilitado en la práctica el acuerdo alcanzado el pasado mes de agosto.

    Fuentes cercanas a la operación explicaron a elEconomista que la compañía que dirige Juan José Suárez Coppel envió esta semana un borrador de acuerdo, que recoge su propuesta para romper esta alianza y que busca una solución salomónica tras la firma de un texto que redactó Cuatrecasas y que ha supuesto que la petrolera mexicana no pueda pedir indemnización alguna a la constructora.

    Por su parte, el consejo de administración de Sacyr estudió este documento en la reunión ordinaria celebrada ayer.

    Tras un análisis preliminar del documento, tanto la compañía mexicana como la constructora anunciarán las medidas acordadas, previsiblemente la próxima semana, tras la comparecencia de Suárez Coppel en el Congreso de su país para explicar el fracaso de su alianza con Sacyr.

    Pemex quiere retrasar la formalización de esta ruptura hasta después de esta comparecencia, con la intención de que Suárez Coppel salve la cara y presente victorioso el acuerdo industrial alcanzado con Repsol el pasado miércoles con el que el grupo podrá tener acceso a la tecnología más avanzada para las exploraciones en aguas profundas. No obstante, este pacto está carente de contenido y la española está dispuesta a pedirles un pago para poder acceder a su tecnología (ver página 15).

    De esta forma, las preguntas de la oposición se centrarán previsiblemente en el acuerdo industrial y dejarán de lado la posibilidad de que se puedan solicitar compensaciones a Sacyr.

    Tras la paz sellada en el seno de Repsol esta semana, la compañía que preside Antonio Brufau ha marcado a su vez de cerca al grupo mexicano y de cara a buscar la estabilidad en el accionariado la petrolera podría inquirirle a liberar a Sacyr de cualquier responsabilidad en la ruptura a largo plazo.

    No obstante, tal como adelantó este diario, Pemex no tendría la posibilidad de solicitar ninguna indemnización, ya que en el acuerdo suscrito con la constructora el pasado verano se recogía la inhabilitación de las partes para solicitar reclamaciones en caso de que el pacto no llegara a fructificar.

    La razón es que el pacto se rompió, además de por la salida de Luis del Rivero, porque los bancos acreedores de Sacyr ejecutaron la mitad de sus acciones en Repsol al ser incapaz de refinanciar su deuda.

    Este paquete del 10 por ciento fue comprado posteriormente por la petrolera quien lo incluyó en su autocartera y a continuación colocó un 5 por ciento a inversores institucionales.

    El pasado 20 de diciembre, Sacyr ya pidió a Pemex que se rompiera el pacto parasocial, pero este acuerdo no se ha cerrado definitivamente.

    El consejo de Repsol aprobó el 28 de septiembre tomar medidas para que se rompiera este acuerdo entre Pemex y Sacyr. Ahora la petrolera ha llegado a un pacto industrial con la compañía mexicana, que supone la aceptación tácita de la ruptura con la constructora y el desestimiento de controlar la petrolera, así como cualquier pretensión más allá del 10 por ciento, que es el nivel máximo al que podrá acceder el grupo mexicano.