El capitán del crucero italiano "perdió una hora preciosa"
Al capitán Francesco Schettino se le culpa de provocar el accidente al acercar demasiado a tierra la embarcación, y se le acusa de homicidio múltiple y de abandonar el barco antes de que se completara la evacuación de los más de 4.2000 pasajeros y tripulantes.
Al menos 16 personas murieron y otras 16 siguen desaparecidas después de que el barco, de 290 metros de eslora, chocara con una peña cerca de la isla toscana de Giglio, abriendo un agujero en su casco que dejó que el agua entrara en la sala de máquinas.
Los pasajeros se han quejado de que la evacuación fue caótica y descontrolada, y algunos estuvieron dos horas esperando a los botes salvavidas antes de poder dejar el barco.
Varios de los cadáveres recuperados por buzos estaban con el chaleco salvavidas puesto en puntos de reunión para evacuación que habían quedado sumergidos.
"Si consideras que había 4.200 personas a bordo, podrías decir que las cosas salieron bien, pero si el capitán no hubiera desperdiciado una hora preciosa, podría haber sido cómodo", dijo Marco Brusco, responsable del servicio de capitanía de puerto, una autoridad marítima, en una comparecencia ante un comité del Senado.
"Los botes salvavidas podrían haberse sacado con calma, se habría tranquilizado a la gente. En vez de eso, la primera hora se perdió, la gente trabajaba bajo estrés, él (Schettino) se marchó y había órdenes contradictorias", dijo.
Schettino está bajo arresto domiciliario cerca de Nápoles. Su abogado ha dicho que está dispuesto a aceptar su parte de responsabilidad por el accidente, pero dice que la empresa propietaria del barco, Costa Cruceros, estuvo muy implicada en la evacuación.
Los medios italianos han especulado que la investigación del caso podría ampliarse para incluir a ejecutivos de la empresa, pero no ha habido confirmación del fiscal del Estado Francesco Verusio, que inspeccionó el lugar del accidente el jueves.
"En este momento, no hay otras personas bajo investigación", dijo a la prensa.
Casi dos semanas después del accidente, las autoridades han abandonado las esperanzas de encontrar a alguien vivo en el barco, que está medio sumergido en unos 20 metros de agua, en medio de una reserva marina.
Los equipos de rescate están preparándose para extraer las 2.300 toneladas de diesel de los 17 tanques de combustible del crucero, y se espera que el sábado comiencen los trabajos para evitar un desastre medioambiental.
Se están preparando reclamaciones de daños contra Costa Cruceros, unidad de la mayor operadora de cruceros del mundo, Carnival.
La asociación de consumidores Codacons se ha erigido como acusación civil en el caso y ha invitado a los pasajeros a unirse a una demanda colectiva internacional contra la compañía, en la que esperan ganar al menos 125.000 euros de indemnización para cada pasajero.
/or Emilio Parodi/