Ferrovial se atasca en el aeropuerto de Heathrow
Desde que compró BAA, en el verano de 2006, la compañía está inmersa en una travesía por el desierto que se ha agravado en los últimos tiempos. El rosario de malas noticias ha terminado por cercenar hasta la confianza de los analistas, cuya creencia en el valor siempre ha sido muy superior a la demostrada por los inversores.
Cambio en la fiscalidad británica
El golpe de gracia a la montaña de malas noticias llegó el pasado 31 de enero, cuando Ferrovial adelantó que un cambio en la fiscalidad británica tendrá un impacto negativo en sus cuentas de este año de 1.230 millones de euros.
El motivo es la eliminación de una serie de exenciones fiscales de las que se beneficiaba BAA y que en el tercer trimestre del pasado ejercicio (último periodo auditado) le reportaron un ingreso no recurrente de 202,8 millones, que se tradujo en 123,8 millones más de beneficio para Ferrovial.
Problemas para refinanciar su deuda
Aunque la compañía haya asegurado que este cambio fiscal, conocido como Iba, estaba descontado en los planes de refinanciación de la deuda de BAA, pero los analistas han recibido la noticia con rebajas de sus precios objetivos y desconfiados informes sobre el futuro inmediato del grupo.
"Aunque por el momento no está del todo claro, es muy probable que la supresión del Iba tenga dos negativas consecuencias: un impacto contable en la cuenta de resultados y otro en los flujos de caja de BAA", comenta Ahorro Corporación, que tacha esta noticia como muy negativa para los intereses del grupo presidido por Rafael del Pino.
Además, llega en un momento especialmente sensible para la compañía, debido a los problemas que está teniendo para refinanciar la deuda contraída con la adquisición de BAA.
La rentabilidad de Heathrow y Gatwick
Una faraónica compra de 11.964 millones de libras (16.151,4 millones de euros) que Ferrovial esperaba haber reequilibrado con una emisión de bonos por valor de 9.000 millones de euros. Inicialmente, su plan contemplaba haber sacado toda esta deuda al mercado el pasado ejercicio. Pero la crisis subprime y el consiguiente desplome de los mercados forzaron al grupo a cambiar de planes y posponer hasta abril cualquier decisión.
Para entonces, ya sabrá el nuevo marco regulatorio que guiará los destinos de Heathrow y Gatwick, sus dos principales aeródromos, durante el próximo quinquenio. Un dictamen crucial, ya que determinará en gran parte la rentabilidad de estos aeropuertos y, por tanto, la capacida de Ferrovial para refinanciar su deuda.
Primero, porque fijará la principal fuente de ingresos de BAA: las tarifas que cobrará a las aerolíneas por operar en sus domininios. Segundo, porque dictará las normas de una serie de variables, como el coste del capital, que constituyen el esqueleto sobre el cual la compañía española puede diseñar el cuerpo principal que necesita para devolver sus créditos.
Revisión de sus previsiones
"Desde hace tiempo venimos diciendo que Ferrovial tiene un potencial alto por el valor de sus activos, pero debido a esos focos de incertidumbre se ve penalizada. Defendemos esa visión de infravaloración, si bien creemos que en el corto plazo se podría ver de nuevo castigada". Estas palabras de Inverseguros subrayan la cautela que, cada vez más firmas, recomiendan tener con el valor en los próximos meses.
Aunque su actual precio objetivo es 85,10 euros por título, lo que supone un potencial del 107 por ciento, los analistas están empezando a revisar sus previsiones. De las siete firmas que han retocado sus números en los últimos dos meses y medio, tres lo han realizado a la baja y el resto se ha mantenido neutral. "El valor sigue muy volátil, reflejando la alternancia entre el sentimiento inversor, que considera a la compañía de calidad con fuerte crecimiento histórico, y con la preocupación acerca de sus riesgos. Dentro del sector, optaríamos por valores igualmente sólidos, pero con menor endeudamiento e incertidumbre como ACS o FCC", relata Banca March.
A la espera del nuevo marco regulatorio
Unos interrogantes que podrían desaparecer en los próximos meses, cuando se conozca el nuevo marco regulatorio, se despeje la situación de los mercados y se vea si es posible realizar la mayor emisión de bonos convertibles de la historia.
Hasta entonces, Ferrovial confiaba en ir descargando deuda con la venta del 50% que posee en el fondo inmobiliario Airport Property, valorado en mil millones de libras, y la concesión de la cadena de tiendas World Duty Free. Pero las últimas noticias indican que está teniendo problemas para cerrar la primera. Otra mala noticia para el corto plazo.