Empresas y finanzas
Italia afronta una semana de huelgas contra las medidas de Monti
El personal de puertos, autopistas y transporte en carretera paró el lunes durante tres horas y los trabajadores metalúrgicos -incluyendo los de la automotriz Fiat- hicieron una huelga de ocho horas. Los operadores de imprentas cesaron sus actividades durante un turno completo y la mayoría de los diarios no se publicarán el martes.
El 15 y 16 de diciembre habrá huelgas del transporte público. Los empleados bancarios no trabajarán durante la tarde del 16 y la administración pública cerrará un día entero el lunes 19.
Por primera vez tras seis años de divisiones, los tres dirigentes sindicales compartieron escenario el lunes para hablar a los trabajadores en huelga frente al Parlamento.
"No abandonamos la idea de que el plan de austeridad deba cambiarse", dijo Susanna Camusso, jefa de la Cgil, el mayor sindicato del país. "Perjudica a los trabajadores, a los pensionistas y a todo el país".
Monti no consiguió evitar las huelgas en una reunión de última hora el domingo con los dirigentes sindicales.
La oposición de los sindicatos no afectará el apoyo parlamentario al paquete, señaló el lunes Pier Luigi Bersani, secretario del Partido Democrático (PD) de centroizquierda. El PD tiene a muchos sindicalista entre sus seguidores.
Bersani dijo al diario Corriere della Sera que compartía las preocupaciones de los sindicatos sobre los efectos de los aumentos de impuestos y los recortes de jubilaciones a los italianos de bajos ingresos, pero que el apoyo de su partido sigue estando garantizado.
"Seremos responsables. Nuestro respaldo no está en duda", aseguró. "Esta corrección presupuestaria es un mensaje para Europa".
INJUSTO
Los sindicatos aceptan la necesidad de más austeridad, pero dicen que el plan de Monti es injusto. Creen que en vez de recaudar más dinero gravando a los pensionistas y a las personas de menores ingresos, el Gobierno debería aumentar los impuestos a los ricos.
"Estamos aquí para mostrar nuestra oposición hacia las nuevas medidas económicas que quiere aprobar el Gobierno", dijo en la capital Sergio Bussone, uno de los sindicalistas.
"Estas medidas castigan a los funcionarios y serán dañinas y negativas para todos los pensionistas".
El 4 de diciembre, con los rendimientos de los bonos italianos a 10 años tocando el nivel crítico del 7 por ciento, Monti introdujo una serie de medidas de austeridad, como una reforma de las pensiones y una subida en los impuestos a la propiedad, las ventas y la gasolina.
Los costes de financiación cayeron drásticamente por el optimismo generado antes de una cumbre de la Unión Europea la semana pasada, pero desde entonces volvieron a subir y llegaron a más del 6,8 por ciento el lunes, después de que la reunión no suministrara una solución inmediata a la crisis de deuda. La intervención del Banco Central Europeo ayudó a reducirlos levemente al 6 por ciento.
Para cumplir las demandas tanto de los sindicatos como de los partidos, el Gobierno está buscando otras fuentes de ingresos o recortes de gastos para aliviar los recortes a las pensiones y dar exenciones del pago del impuesto de la propiedad a las rentas bajas. El coste total de ambas decisiones sería de 5.000 millones de euros, según fuentes parlamentarias. La fecha límite para enmendar el plan es el martes por la noche.