Iberostar reducirá inversión en segmento vacacional en favor del inmobiliario
Iberostar Hotels & Resorts, fundada por la familia Fluxá en 1986, limitará a la mitad su inversión de entre 300 y 350 millones de euros anuales en hoteles vacacionales, debido a que ciertos destinos han alcanzado una grado de madurez que hace difícil mantener el actual ritmo de crecimiento de hasta seis establecimientos nuevos al año.
En cambio, potenciará su división inmobiliaria, un poco dormida hasta ahora, para sumar en dicho período cinco complejos residenciales, asociados a proyectos hoteleros con campos de golf, que incluirán, además, zonas de ocio, restaurantes y centros comerciales.
Se trata de urbanizaciones que se desarrollarán en los terrenos, donde la cadena ya cuenta con negocios vacacionales y de golf, siendo la República Dominicana, Brasil y México, además de la ciudad marroquí de Marraquech, los primeros destinos elegidos para poner en marcha este nuevo proyecto, que se hará realidad en dos o tres años.
La inversión aproximada en cada complejo de estas características, que dispondrá de apartamentos de entre 90 y 200 metros cuadrados y chalets de entre 200 y 400 metros cuadrados, será de 200 millones de euros.
En la Riviera Maya en México, construirá más de 200 residencias, en la República Dominicana, 95 villas y más de 700 viviendas, y en Marruecos, 350 villas y 500 residencias.
En paralelo, el grupo trabajará este año en buscar una fórmula adecuada para entrar en 2009 en el segmento urbano -sólo tiene un establecimiento en Gibraltar que se puede definir como hotel de ciudad- y lo más probable es que lo hará a través de la adquisición de una pequeña cadena hotelera en España o en el exterior, dada la vocación internacional de la compañía.
González explicó que mientras que en el segmento vacacional es importante participar en el proceso de construcción de cero, a fin de conseguir un hotel diseñado de acuerdo con los parámetros de la marca, en el urbano, importa más la ubicación del edificio.
En cuanto al segmento vacacional, la cadena no encuentra "suficientes destinos o de suficiente calidad para crecer como quisiéramos" en los países donde está presente con más hoteles, principalmente España y El Caribe, por lo que no descarta expandirse a Asia a medio plazo, aunque lo haría a través de inversiones intermedias, antes de dar un salto definitivo.
La nueva estrategia irá acompañada, asimismo, por alguna desinversión en el Mediterráneo oriental, pero no se trata de vender establecimientos en propiedad, sino rescindir algún contrato de gestión, que no está a la altura de sus exigencias de calidad, como por ejemplo Bulgaria.
El grupo prefiere menos hoteles y más calidad, para que no resten valor a la marca, que se ha forjado un reconocimiento internacional durante dos décadas con casi 100 establecimientos en quince países diferentes.
En su vocación de independencia, que siempre ha caracterizado al grupo, González descartó fusiones con otras cadenas a corto y medio plazo, así como la salida a bolsa.
Durante el presente ejercicio, Iberostar prevé mejorar los resultados obtenidos en 2007, año que cerró con beneficios, aunque González no desveló su importe, y una facturación de 808,3 millones de euros, un 11% más que en 2006.
La ocupación de sus hoteles fue superior al 80%, sin que se incluyan aquellos establecimientos estacionales en España que cierran sus puertas en invierno. EFECOM
kot/mdo