Precio de la vivienda se dispara ante proximidad de los Juegos
Pekín, 29 ene (EFECOM).- La vivienda en la capital de China, donde los apartamentos eran un beneficio social ofrecido por las empresas comunistas hace apenas tres décadas, están alcanzando niveles astronómicos ante la proximidad de los Juegos Olímpicos de agosto.
Si la compra de un apartamento se está convirtiendo en una pesadilla para el chino medio, los visitantes olímpicos tendrán que ir haciendo hucha para alojamientos de entre 6.255 y 118.140 dólares (hasta 80.000 euros) por un alquiler mensual con estándares occidentales.
En los últimos dos años los precios de venta de vivienda en Pekín y en el resto de grandes ciudades en un país considerado en vías de desarrollo han aumentado a un ritmo mensual del 10 por ciento hasta igualarse con los londinenses o neoyorquinos.
Un apartamento de 70 metros cuadrados a 20 kilómetros del centro de Pekín costaba 500.000 yuanes (68.500 dólares) en 2006, un precio que se duplicó el año pasado hasta el millón de yuanes (137.000 dólares) al calor de la efervescencia inmobiliaria preolímpica.
La zona residencial más cara de Pekín se encuentra frente al Centro Nacional de Natación, conocido como "el Cubo de Agua", con precios de 7.572 dólares por metro cuadrado, asequibles para bolsillos como los del magnate informático americano Bill Gates.
Otro lujo asiático que, de estar condenado a la demolición ha pasado a convertirse en codiciada inversión, son los tradicionales "siheyuan", conjuntos de cuatro viviendas con patio interior que datan del periodo imperial en la zona cercana a la Ciudad Prohibida.
"Un siheyuan tiene un precio de 5.500 dólares por metro cuadrado", declaró hoy a Efe Ma Zhongxiang, consultor de la cadena de inmobiliarias Century 21.
El metro cuadrado de un apartamento medio de dos habitaciones en el centro de Pekín con estándares locales (semi-acabado) y una calidad media o baja supera este año los 2.500 dólares.
Unos precios de venta desorbitados si se comparan con la renta per cápita de los residentes urbanos en 2006 se situó e 1.600 dólares anuales (en las zonas rurales es de apenas 400).
En cuanto a alquileres, en los últimos meses y a medida que iban expirando los contratos anuales, habituales en la capital, Pekín ha sido un trasiego de mudanzas de inquilinos ante los prohibitivos precios que imponen los propietarios para este año.
Los apartamentos del Hotel Gran Hyatt, cuyo precio era hasta ahora de 6.600 dólares mensuales, se va a multiplicar por nueve para agosto: "Mi empresa no puede permitírselo", señaló a Efe una profesional japonesa que ha vivido allí durante los últimos 3 años.
La fiebre inmobiliaria afecta a muchos autóctonos, profesionales jóvenes que, con salarios de 400 dólares mensuales, se les conmina a abandonar el apartamento o a pagar un 50 por ciento más.
Los chinos, amantes del dinero como pocos pueblos en el mundo, se frotan las manos soñando con el precio de su propiedad: un aparthotel en la residencia Tuanjie International, construida en 1999 en el centro financiero de Pekín, se alquila en agosto por un mínimo de 6.000 dólares.
El Marriot Palm Springs, en la misma zona y con más lujos, alcanza precios de 118.140 dólares para la cita olímpica.
Ante estas perspectivas, los propietarios no tienen ningún tipo de escrúpulo para romper contratos y echar a los inquilinos con cajas destempladas.
"Saben perfectamente que están infringiendo el contrato que firmaron", declaró a Efe el abogado Tang. "En algunos contratos de venta, los propietarios acordaron vender a un precio y de pronto deciden pedir el doble o romperlo".
Los tribunales pequineses están atestados de casos de incumplimiento de contrato inmobiliario y los jueces no los aceptan hasta que no han llegado a un punto crítico, sin contar con las numerosas expropiaciones ilegales o por debajo de precio de vecinos por parte de las constructoras, un mal que ha afectado al menos a 40 millones de chinos en la última década. EFE-con vídeo-
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