Empresas y finanzas

Fallece a los 100 años industrial alemán Karl Diehl que colaboró con nazismo



    Berlín, 20 ene (EFECOM).- El industrial alemán Karl Diehl, que colaboró con el nazismo e hizo uso de trabajadores forzosos y presos de campos de concentración en sus fábricas, falleció este sábado a la edad de 100 años, informó hoy su empresa en un comunicado oficial.

    "Era una magnífica personalidad empresarial" y un ejemplo de empresario patriota, señaló en una nota necrológica el presidente del gobierno de Baviera, el socialcristiano (CSU) Günther Beckstein, que en ningún momento hizo referencia al polémico papel de Diehl durante el nacionalsocialismo.

    El comunicado difundido por su empresa subraya que "Karl Diehl supo dirigir la herencia de sus padres en tiempos difíciles y convertirla en una empresa familiar de gran éxito", que hoy emplea a 11.000 personas, con un volumen de negocios de 2.200 millones de euros y cuenta entre las firmas armamentísticas mas importantes de Alemania.

    Sin embargo, Karl Diehl siempre se vio ensombrecido por su pasado, ya que ingresó en 1933 en el Partido Nacionalsocialista (NSDAP), coincidiendo con la llegada de Adolf Hitler al poder, y su empresa tuvo carácter estratégico durante la II Guerra Mundial al producir millones de detonadores y cartuchos de munición.

    Sus fábricas hicieron uso entonces de trabajadores forzosos, prisioneros de guerra y presos de campos de concentración, en cuyos terrenos llegó a montar factorías para la producción, entre otros artículos bélicos, de temporizadores.

    Algunos supervivientes hicieron acusaciones graves contra Diehl tras el fin de la guerra de malos tratos, al relatar que los trabajadores recibían martillazos en las manos en cuanto paraban su trabajo y sólo se les permitía ir al servicio dos veces en jornadas laborales agotadoras.

    Diehl, que heredó la dirección del grupo industrial de su padre en 1938 y cedió la misma a sus tres hijos varones, buscó tras la guerra el diálogo con los supervivientes y pagó voluntariamente indemnizaciones.

    A la hora de justificar su colaboración con los nazis afirmó que no quiso ver amanazada su empresa, familia y trabajadores durante la época del nacionalsocialismo, y su propio hijo Werner llegó a viajar a Israel para pedir perdón personalmente en nombre de la familia ante sus víctimas.

    El ya legendario empresario alemán llegó incluso a encargar a los historiadores Wolfgang Benz y Gregor Schöllgen que elaborasen un amplio informe sobre la historia de su empresa durante el nacionalsocialismo.

    Schöllgen llegó a la conclusión de que Diehl, "al igual que la mayoría de los empresarios en su situación, actuó pragmáticamente", mientras Benz señaló que los trabajadores forzosos le fueron asignados por los nazis, pero que Karl Diehl no tuvo culpa personal.

    Tras el fin de la guerra, Karl Diehl consiguió reconstruir el, en su mayor parte ruinoso, grupo industrial y trabajó ininterrumpidamente para el mismo hasta hace cinco años, cuando dejó su cargo como presidente del consejo de vigilancia, si bien continuó ejerciendo como presidente honorífico hasta su muerte.

    El industrial era considerado además un generoso mecenas que, entre otras cosas, creó una fundación para ayuda a gente necesitada y antiguos empleados, además de apoyar económicamente numerosos proyectos sociales y culturales, sobre todo en su ciudad de Nuremberg, que en 1997 le nombró hijo predilecto. EFECOM

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