Iberdrola aprueba las políticas corporativas previstas en el Código Unificado de Buen Gobierno
Con el objetivo de convertirse en un referente en materia de gobierno corporativo
? Las políticas aprobadas por el Consejo de Administración pretenden que se identifique a la Compañía por su compromiso con la creación de valor, el bienestar social y el respeto al medio ambiente
El Consejo de Administración de IBERDROLA ha aprobado un conjunto de políticas corporativas de cara a definir la estructura del Grupo, coordinar su estrategia y fijar las bases de la organización corporativa para garantizar su eficiencia y la efectiva supervisión por parte del máximo órgano de gobierno de la Compañía.
Estas nuevas normas, cuyo objetivo es convertir a IBERDROLA en un referente en materia de gobierno corporativo, se inspiran en el principio de que se identifique a la Compañía por su compromiso con la creación de valor, la calidad de la vida de las personas y el cuidado del medio ambiente.
El Consejo de IBERDROLA ha aprobado la Política de Gobierno Corporativo, basada en los principios de maximizar de forma sostenida el valor de la Empresa, comunicar veraz y transparentemente a los accionistas y al mercado la información que sea de su interés, asegurar un trato igualitario a los accionistas y velar por la profesionalidad de los Consejeros.
En esta línea, la Política de Retribuciones de los Consejeros formulada por el máximo órgano de gobierno de IBERDROLA incluye
los conceptos retributivos y las condiciones básicas de los contratos del Presidente y Consejero Delegado. Asimismo, la Compañía ha adoptado una Política de Retribuciones de los altos directivos.
IBERDROLA ha establecido, además, una norma para la Definición y Coordinación del Grupo y las Bases de la Organización Corporativa, que busca adaptar la estructura societaria a las exigencias legales, aprobar la creación o adquisición de sociedades, garantizar la separación de actividades reguladas y normalizar los posibles conflictos entre compañías.
La Compañía también ha formulado la Política de Información a los accionistas y a los mercados que, basada en los criterios de transparencia, veracidad inmediatez y simetría, pretende que los socios e inversores tengan a su disposición una información actualizada y útil que muestre la imagen de IBERDROLA.
Asimismo, la Empresa, en el marco de su compromiso con los accionistas, ha reformulado su Política de Dividendo, conservando el principio de retribución que vincula el crecimiento del beneficio y del dividendo. Además, se reconoce a los órganos sociales la flexibilidad necesaria para ejecutarla y decidir la periodicidad con la que se abonarán los dividendos y las cantidades a cuenta de los mismos.
Para maximizar y proteger el valor de IBERDROLA, su Consejo de Administración ha aprobado la Política de Control y Gestión de Riesgos de cara a alcanzar los objetivos del Plan Estratégico con una volatilidad controlada, aportar el máximo nivel de garantía a los accionistas, proteger los resultados y la reputación del Grupo, defender los intereses de los stakeholders y garantizar la solidez financiera.
Al amparo de esta estrategia, la Empresa ha adoptado las políticas previstas en la normativa interna sobre inversiones, financiación y autocartera, así como otras no contempladas específicamente pero seguidas voluntariamente por IBERDROLA sobre riesgos de acciones de participadas cotizadas, seguros, riesgo reputacional y riesgos asociados a sus distintos negocios.
Por último, IBERDROLA ha definido su Política de Responsabilidad Social Corporativa que, fiel al objetivo empresarial de generar riqueza y bienestar social, se centra en aspectos como cumplir la legalidad, respetar los derechos humanos, establecer un marco favorable de relaciones laborales, cuidar el medio ambiente o favorecer las reglas de libre mercado.
En el marco de esta norma, el Consejo de Administración de la Compañía ha establecido igualmente las políticas de prevención de riesgos laborales, calidad, medio ambiente, innovación, biodiversidad y contratación y relación con proveedores que, a pesar de no ser obligatorias, ya estaban plasmadas en compromisos voluntariamente asumidos por IBERDROLA.
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