Empresas y finanzas
Pedro J. Ramírez ofreció Unidad Editorial a las grandes empresas españolas
Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, ha iniciado los contactos para tratar de sacar a Unidad Editorial de la esfera de RCS (Rizzoli Corriere de la Sera), el grupo italiano que controla el 96% de su accionariado.
Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la compañía, Pedro J. Ramírez organizó reciementemente un encuentro con el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, para transmitirle directamente la posibilidad de que el grupo que dirige Antonio Fernández Galiano fuera comprado por una suerte de consorcio formado por varias de las principales empresas de este país.
A cambio, el director de El Mundo avanzaba la hipótesis de reorientar el diario para convertirlo en el adalid de las empresas españolas, defendiendo mediáticamente sus intereses para propiciar su expansión y crecimiento. Merced a este argumento, Ramírez instó a Botín a consultar cómo veían este extremo en otras empresas, independientemente del sector en el que tengan sus intereses.
Sin embargo, la idea parece no haber cuajado entre las principales empresas nacionales. Fuentes consultadas apuntan a que Botín habría transmitido la idea del director de El Mundo a César Alierta, presidente ejecutivo de Telefónica, quien habría descartado un proyecto de estas caracaterísticas, además de a Iberdrola y Repsol.
Este diario se puso en contacto con la empresa, que no quiso hacer declaraciones al respecto alegando que no existe ninguna versión oficial sobre este asunto.
Abultada deuda
La idea de desvincularse de la matriz italiana, en cualquier caso, no sería fácil dadas las dificultades por las que atraviesa Unidad Editorial, cuyas pérdidas acumuladas en los últimos tres años se elevan por encima de los 80 millones de euros. Esta situación, unida a un fondo de maniobra negativo de 481 millones, ha propiciado que sea RCS mayoritariamente quien preste apoyo financiero al conglomerado editorial. De hecho, Unidad Editorial llegó el año pasado a solicitar por escrito el compromiso de RCS en "el apoyo financiero necesario para garantizar la continuidad de su actividad". Y es que la deuda del grupo con su matriz ya se eleva por encima de los 1.080 millones, según los últimos resultados hechos público por la compañía correspondientes a 2010.
Parte importante de esta deuda tiene que ver directamente con la compra en 2007 del grupo Recoletos, por el que la empresa desembolsó 817 millones. Al igual que sucediera con Prisa y la adquisición del 100 por cien de Sogecable, la compañía cerró la operación en un momento de crecimiento económico desaforado, justo antes de que estallara la crisis de las subprime en Estados Unidos y los mercados de medio mundo se desplomaran. Una decisión de la que ya se han lamentado en alguna ocasión varios de los principales directivos del grupo editor de El Mundo.
Presencia italiana
Como consecuencia de esta coyuntura los gestores de Unidad Editorial estarían perdiendo peso progresivamente a la hora de tomar decisiones dentro de la empresa, donde la presencia de la matriz se hace cada vez más palpable. No en vano, como sucediera con Nicola Speroni, nombrado director general de información deportiva del conglomerado hace apenas un par de meses, RCS trata de colocar a su gente de confianza en el organigrama de la española. Esta tendencia estaría generando tensiones en el día a día donde los dirigentes transalpinos tratarían de defender los intereses de la compañía italiana por encima de los de la filial en España.