Empresas y finanzas
Umberto Bossi duda de que el Gobierno italiano pueda durar
Bossi, conocido por sus incendiarias y espontáneas declaraciones, dijo a periodistas que creía que sería mejor para el país celebrar elecciones anticipadas, "pero Berlusconi es el problema".
No dio más detalles, pero Berlusconi ha insistido en que quiere permanecer en el poder hasta 2013 a pesar de una avalancha de problemas políticos y personales, entre ellos cuatro juicios distintos por cargos de fraude y sexuales, que han agravado la crisis económica de Italia.
"Es objetivamente difícil (para el gobierno) durar hasta 2013. Es difícil desplumar a la gente y luego pedir que te voten. Sería mejor votar", dijo a periodistas.
Muchos italianos han puesto el grito en el cielo por un paquete de austeridad de 60.000 millones de euros que incluye subidas de impuestos y de costes de servicios, impuesta bajo la presión del Banco Central Europeo y que pretende equilibrar el presupuesto del país para 2013.
El paquete fue aprobado finalmente tras semanas de regateos entre la Liga y el partido PDL de Berlusconi, que dio lugar a múltiples cambios, lo que debilitó aún más la fe internacional en la capacidad de Italia para poner bajo control su enorme deuda pública.
La alarma del mercado ante la desunión y la falta de determinación política en Roma ha llevado a la deuda pública a cerca de niveles insostenibles.
Berlusconi cree que el Gobierno de coalición debe durar hasta el final de la legislatura en 2013, diciendo que los votantes dieron al centroderecha un mandato para gobernar durante cinco años en las últimas elecciones en 2008.
Bossi también habló de divisiones en el Gobierno sobre quién debería ser nombrado para suceder a Mario Draghi como gobernador del Banco de Italia.
Berlusconi prefiere a Fabrizio Saccomanni, actualmente número dos en el banco. La Liga y el ministro de Economía, Giulio Tremonti - permanentemente en desacuerdo con Berlusconi - prefieren a Vittorio Grilli, el director general del Tesoro.
Saccomanni es de Roma y Grilli es de Milán, una base de poder de la Liga, que dice que hay demasiado poder concentrado en la capital y quiere que las regiones tengan más autonomía.