La Fed anuncia un nuevo estímulo de 400.000 millones
La Fed dijo que lanzará un nuevo programa de 400.000 millones de dólares (unos 291.000 millones de euros) que reequilibrará su cartera de bonos de 2,85 billones de dólares para inclinarla más hacia valores de largo plazo, vendiendo notas de corto vencimiento y usando esos ingresos para comprar bonos largos.
Tras advertir de riesgos económicos "significativos", el banco central explicó que invertirá lo que recaude por el vencimiento de los valores hipotecarios y de agencias en el mismo mercado hipotecario, un reconocimiento de que se mantiene la fragilidad del sector.
"Indicadores recientes apuntan a la continuada debilidad en las condiciones generales del mercado laboral y la tasa de desempleo permanece elevada", dijo la Fed en su comunicado.
"Además, existen significativos riesgos a la baja para el panorama económico, incluyendo la tensión en los mercados financieros globales", señaló la Fed.
Los anuncios recibieron una respuesta dispar en los mercados financieros. Las acciones cayeron, aparentemente asustadas por la sombría evaluación de la economía que realizó la Fed, mientras que los precios de los bonos del Tesoro subieron, sugiriendo que las medidas fueron más agresivas de lo previsto.
"Esto es bastante similar a lo que el mercado esperaba, pese a que el tamaño es un poco mayor a lo que la gente esperaba. Europa sigue siendo un caos y la economía mundial por ahora parece estar estancándose. Y esto parece ser el último disparo de la Fed", dijo Brian Dolan, estratega de Forex.com, en Bedminster, Nueva Jersey.
Ante una alta tasa de paro del 9,1 por ciento, la confianza empresarial minada por una polémica rebaja de la calificación crediticia a Estados Unidos y una creciente crisis de deuda soberana en Europa, los funcionarios de la Fed han dicho que intentan evitar que el ya lento crecimiento estadounidense se debilite aún más.
DELICADO EQUILIBRIO
Pero pese a que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha indicado la renuencia del banco a mantenerse en los márgenes, las decisiones de la Fed se han convertido en un balón para ser golpeado por los políticos en un año electoral.
Los principales legisladores republicanos en el Congreso estadounidense escribieron esta semana una carta a Bernanke, instando al banco central a abstenerse de más intervenciones en la economía, haciéndose eco de críticas expresadas en las últimas semanas por precandidatos republicanos a la presidencia.
Los funcionarios de la Fed, no obstante, piensan que un cambio en las tenencias de bonos podría alentar la refinanciación hipotecaria y presionar a los inversores hacia activos de más riesgo como los bonos corporativos y las acciones sin que se genere un alza en los precios al consumidor.
Pero no todos los consejeros están de acuerdo. Los mismos tres que en agosto se opusieron a la decisión de mantener bajos los tipos al menos hasta 2013 volvieron a votar en contra en esta reunión.
En su comunicado, la Fed explicó que comprará 400.000 millones de dólares en valores con vencimientos entre 6 a 30 años para finales de junio de 2012, vendiendo un monto equivalente de deuda por vencer en tres años o menos.
El banco central estadounidense no está solo en este esfuerzo. El Banco de Inglaterra señaló el miércoles en las minutas de su último consejo que estaba dispuesto a inyectar más dinero para reactivar la alicaída economía británica.
De manera similar, el banco central de Noruega mantuvo estable el miércoles su principal tipo de interés y dio señales de que podría abstenerse de algún incremento de la tasa por más tiempo del esperado, debido a la debilidad de la economía global y el empeoramiento de una crisis de deuda en la zona euro.
La mayor economía del mundo creció a un ritmo anual menor al 1 por ciento en la primera mitad del año y los analistas han advertido de un mayor riesgo de recesión. Un informe que mostró que los empleadores no ganaron trabajadores en sus nóminas de agosto amplió los temores de que el crecimiento pudiera estancarse.
El martes, el Fondo Monetario Internacional advirtió de que Estados Unidos podría volver a caer en recesión si el Gobierno ajusta su presupuesto demasiado pronto.
Dentro de sus recomendaciones, le sugirió a la Fed considerar una nueva ronda de alivio monetario, siempre y cuando no hubiera indicios de que la expectativa inflacionaria se estuviera arraigando.
La Fed ya se ha embarcado en una de las más agresivas políticas de alivio monetario registradas. En diciembre de 2008 bajó las tasas de interés a cerca de cero y luego continuó hasta triplicar con creces su hoja de balance a 2,8 billones de dólares mediante una serie de compras de bonos.
/Por Mark Felsenthal y Pedro da Costa/