Mapa eléctrico de Unesa para 2030 prevé más centrales nucleares y de carbón
Según la Prospectiva de Generación Eléctrica 2030, presentada hoy en la sede de Unesa, el escenario más adecuado se obtendría promoviendo la nuclear y el carbón, que alcanzarían aproximadamente el 25 por ciento de la producción, al tiempo que se desarrollan las renovables y los ciclos combinados, que aportarían el 75 por ciento restante.
La nuclear contaría con 10.018 MW de potencia (se mantienen las siete centrales operativas actualmente), el carbón limpio con 4.325 MW, los ciclos combinados de gas natural con 28.384 MW y la hidroeléctrica con 18.110 MW.
El régimen especial aportaría 51.964 MW, de los que 35.000 MW corresponderán a la eólica, 7.864 MW al resto de renovables y 9.100 a cogeneración, mientras que las centrales para atender las puntas de consumo tendrían una potencia conjunta de 18.693 MW.
La potencia total instalada sería de 131.494 MW frente a los aproximadamente 70.000 MW actuales.
El estudio tiene como objetivo "consensuar" las posturas de los involucrados en la producción de electricidad y ofrecerla al Gobierno, encargado de efectuar la planificación energética, y muestra cual es "la posición" del sector respecto al futuro, explicó el presidente de Unesa, Pedro Rivero.
No obstante, Rivero reconoció que su opción es "la más difícil de conseguir" debido a las elevadas inversiones en I+D que requieren las nuevas tecnologías de carbón limpio y a la escasa aceptación social de la nuclear.
De hecho, el escenario previsto por el Ministerio de Industria en el avance de su prospectiva 2030 prevé que las nucleares mantengan la potencia actual (7.716 MW) y el carbón disminuya su peso (de 11.934 MW actuales a 8.000 MW).
La prospectiva de Unesa plantea cinco casos alternativos (cuatro absolutos y una combinación de dos) para dibujar un mix de generación que tiene como premisas un incremento acumulado de la demanda del 65 por ciento, el mantenimiento de la vida útil del parque actual y la desaparición de las tarifas y el sistema de derechos de emisión gratuitos.
Asimismo, tiene en cuenta dos escenarios de precios en función de la preponderancia que tengan el gas o el carbón en el conjunto de la producción.
De los casos descritos (máxima penetración de las renovables, de la nuclear, del carbón o aprovechamiento máximo del parque actual), Unesa considera que el más adecuado es un escenario mixto nuclear-carbón limpio.
La patronal señala que esta opción requeriría una inversión y unos costes bajos, produciría emisiones de CO2 inferiores a las actuales y reduciría la dependencia energética.
Según sus cálculos, la inversión acumulada del escenario mixto ascendería a 49.601 millones de euros, frente a los 71.902 millones de la máxima penetración de las renovables (la más cara) o los 39.697 millones del mantenimiento de las instalaciones que existen (la más barata).
Los costes en el periodo 2020-2030 serían de 5.349 millones, muy por debajo de los 20.256 millones de la opción mas cara (renovables) y los cero euros de la máxima penetración de la nuclear. La variación entre el escenario más caro y el más barato es de 5-6 euros por megavatio-hora (MWh).
Los cálculos de Unesa tienen en cuenta el coste de la gestión de los residuos y consideran una reducción de las primas que reciben las renovables.
Por último, la dependencia energética sería del 43 por ciento, frente al 36 por ciento de las renovables y el 48 por ciento que se lograría de mantener el escenario actual, mientras que las emisiones de CO2 del sector se situarían en 60 millones de toneladas anuales (51,4 millones con las renovables y 69,5 millones con el parque actual). EFECOM
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