Empresas y finanzas
Biocarburantes, víctima y verdugo del incremento de los precios en 2007
Madrid, 28 dic (EFECOM).- Durante 2007 los biocarburantes se han visto salpicados por el incremento del precio de las materias primas, siendo víctimas de esta subida, que ha provocado el cierre temporal de alguna de las plantas existentes en España, y verdugo por ser una de las múltiples causas de esta crisis de precios.
A pesar de que la cosecha de cereales ha sido la mayor de los últimos cinco años en España, los altos precios han estado determinados por factores externos como menores cosechas de los principales productores mundiales o la creciente demanda de países emergentes y, de manera limitada, por la industria de los biocarburantes (bioetanol y biodiesel).
Según datos del Ministerio de Agricultura, a nivel mundial estos combustibles apenas suponen un 2% del consumo total de cereales, porcentaje que en la UE se queda en el 1,6% y en España apenas llega al 0,77%.
Responsabilizar a los biocarburantes de esta subida "no es fruto de la casualidad y parece algo organizado", según los productores de energías renovables, que aseguraron que este incremento de precios unido a factores como la entrada de biodiesel subvencionado de Estados Unidos está provocando una situación "crítica" para esta industria.
Por ello, debido a la actual coyuntura muchos proyectos que estaban en marcha a principios de año se han visto paralizados, aunque en la actualidad nuestro país cuenta con 18 plantas de producción, 14 de biodiesel y 4 de bioetanol.
En el caso de su distribución en estaciones de servicio, el biodiesel ya se comercializa en 445 gasolineras en España y su precio oscila entre 0,879 y 1,075 euros por litro dependiendo de la Comunidad Autónoma, mientras que de bioetanol tan sólo hay tres puntos de suministro de acceso público en el País Vasco.
Los biocarburantes también pueden considerarse para los agricultores como una fórmula para reducir la dependencia a los carburantes fósiles, un input en continúo crecimiento para el sector.
A principios de año, el Ministerio de Agricultura y los sectores agrícola e industrial acordaron un contrato tipo para colza y girasol con destino a biodiesel, mientras que el contrato tipo para los productos destinados a bioetanol aún tendrá que esperar.
También el Congreso de los Diputados aprobó los porcentajes de obligatoriedad de mezclas de biocarburantes, que quedarán fijados en el 1,9% para 2008 (indicativo), el 3,4% en 2009 y el 5,83% en 2010, que serán obligatorios y sancionable su incumplimiento.
Se prevé que el próximo 1 de enero entre en vigor la Orden Ministerial que recoge estos porcentajes y sobre los que ya ha emitido un informe la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
La CNE propone para biodiesel un mínimo del 1,8% en 2008, del 2,7% en 2009 y del 3,5% para 2010, mientras que para bioetanol sugiere el 2% en 2008, un 2,2% para 2009 y un 2,5% en 2010.
Con miras a 2020 se calcula que la producción de cereales en la UE alcanzará 317,3 millones de toneladas, una cifra "más que suficiente", según los productores de energías renovables, para cubrir la demanda comunitaria y cumplir cerca del 70% de objetivo de bioetanol, mientras que otro 6% se obtendrá de remolacha azucarera.
En el caso del biodiesel, de las casi 40 millones de toneladas de semillas de oleaginosas y aceites que se necesitarán como materia prima para alcanzar el objetivo de 2020, el 70% será de producción europea y el resto de importación.
La UE ha fijado como objetivo que el 5,75% del total de combustibles consumidos en la UE en 2010 sea de biocarburantes y que este porcentaje suba al 10% en 2020.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado sobre el impacto que puede tener la proliferación de esta fuente energética en la producción de alimentos, y por ello es necesario la búsqueda de otras vías que reduzcan el uso de materias primas con destino a alimentación.
Están en el punto de mira y por ello se está investigando en biocarburantes de segunda generación, procedentes de la paja del cereal, los residuos forestales, el chopo, el cardo, incluso residuos de cítricos se pueden convertir en futuras fuentes de energía que no interfieran en la alimentación de la humanidad. EFECOM
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