La energía solar será competitiva en Europa en 2020
En base a un estudio que analizó cinco grandes mercados de energía solar - Alemania, Italia, Francia, España y Reino Unido -, la competitividad podría alcanzarse para 2020, dijo la patronal EPIA (siglas inglesas para Asociación de la Industria Fotovoltaica Europea).
Este sector sigue dependiendo del apoyo de los gobiernos, que subvencionan a los productores de energía solar y luego colocan estos incentivos en la factura de luz de los consumidores.
Los gobiernos llevan tiempo recortando apoyos al sector para forzar a la industria a rebajar sus costes a un ritmo más veloz, pero el proceso ha perjudicado a compañías como las alemanas Conergy, Q-Cells y Solon.
"El coste de generación de electricidad fotovoltaica en Europa podría disminuir desde un rango de 0,16-0,35 euros (0,23-0,50 dólares) por kilovatio hora (kWh) en 2010 a un rango de 0,08-0,18 euros por kWh en 2020, dependiendo del tamaño del sistema y del nivel de irradiación", dijo la EPIA en un informe publicado el lunes.
Esto se compara, por ejemplo, con costes de generación de unos 0,9 euros para el carbón en Alemania en 2010, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
EPIA dijo que la competitividad podría alcanzarse más rápidamente en algunas regiones, y destacó Italia, donde --según el segmento y el tamaño del sistema-- podría tardar sólo entre dos y tres años más.
"Con las condiciones políticas y de mercado adecuadas, la competitividad frente a la red eléctrica puede lograrse en algunos mercados tan pronto como 2013, y luego extenderse por el continente en los diferentes segmentos del mercado en 2020", dijo.
Entre los más de 240 socios de EPIA se encuentran la estadounidense First Solar, la mayor empresa solar del mundo por valor de mercado, SMA Solar --número uno de Alemania--, y la china Suntech Power Holdings, principal fabricante de células solares del mundo.
La Unión Europea está intentando aumentar la cuota de renovables del total del consumo energético a un 20 por ciento en 2020.
Alemania, que pretende aumentar su cuota al 35 por ciento en 2020, ya derivó más de una quinta parte del total de sus necesidades energéticas de fuentes renovables en el primer semestre del año, según mostraron datos de la Asociación de la Industria Energética (BDEW, por sus siglas en alemán) conocidos la semana pasada.