Empresas y finanzas

Veda a la anchoa, cierre de caladeros, alza de precios y gasóleo marcan 2007



    Montserrat Ranera

    Madrid, 20 dic (EFECOM).- El sector pesquero español, que ha sufrido en 2007 las fluctuaciones del precio del crudo y la falta de materia prima este año, ha estado marcado de nuevo por la prórroga de la veda de la pesquería de la anchoa y el cierre de los caladeros para la pesca del atún rojo, en contra de la posición española.

    El sector de la transformación de los productos de la pesca ha sido el primero en advertir de que, por estas dos circunstancias, será inevitable repercutir en el producto final los costes industriales, para ofrecer un producto de calidad.

    Esta opinión es compartida por el sector extractivo, que ve que no puede afrontar sus gastos de explotación por el encarecimiento del gasóleo, mientras que el de la acuicultura mira con recelo el alza de los piensos para alimentación animal.

    Para hacer frente a esta situación, la Comisión Europea dio luz verde al incremento de la ayuda conocida como "de minimis" para el sector de la pesca, de 3.000 a 30.000 euros por empresa.

    Al margen de estos dos aspectos, el año finaliza con la tradicional y maratoniana negociación pesquera de la Unión Europea, en la que se fijan las cuotas pesqueras para el próximo año.

    En esta ocasión, lo más importante fue la decisión de mantener la veda de la anchoa hasta el inicio de la primavera de 2008, como recomendaron los informes científicos y el incremento de capturas en algunas especies, tan comerciales como la merluza.

    Frente a esta decisión de mantener la veda de la anchoa, las Cofradías de Pescadores españolas y francesas hicieron un frente común para pedir la reanudación de la pesca de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, petición que contrasta con todos, la Comisión, la Administración española y las organizaciones ecologistas.

    En aguas internacionales de NAFO, España mantuvo sus cuotas de pesca de fletán negro y mejoró otras especies, mientras que Bruselas anticipó el cierre del caladero de atún rojo, sobre todo por el incumplimiento de las flotas de Italia y Francia, mientras España defendió que su flota no sobrepasó su cuota.

    Con la nuevas cuotas pesqueras como telón de fondo, el año comenzó con el gran debate comunitario para la búsqueda de salidas a fin de mantener una flota competitiva y unos caladeros sostenibles, donde los precios del combustible, una vez más, son una de las armas para reducir costes.

    En España, una de las claves de 2007 ha sido el debate de que el mar no es una fábrica que oferte a la carta el volumen de pesca que pueda demandar en cada momento el mercado.

    Otros temas destacados fueron la nueva disposición por la que se reforzó la seguridad jurídica de las prestaciones y servicios para los afiliados a Régimen Especial del Mar, y el desarrollo de los acuerdos con Senegal, Perú y Ecuador para facilitar la contratación de pescadores en el país de origen y frenar la inmigración ilegal.

    En febrero, se puso en marcha el nuevo plan de gestión para la actividad de la pesca en el Mediterráneo, tras una serie de prórrogas, aplazamientos y muchas excepciones, así domo de dos años de negociaciones.

    En el mar, fue noticia el encallamiento accidental del mercante español "Sierra Nava", en la zona del Estrecho de Gibraltar, con un vertido en una zona reducida, aunque, según las estimaciones, sin grandes daños.

    Este accidente sacó a la luz de nuevo el debate sobre el gran número de barcos que cruzan cada día del Estrecho y, sobre todo,la importancia de la zona como el mayor surtidor de gasóleo del Mediterráneo.

    Como todos los años, el luto llegó al mar. En septiembre, en la zona del Estrecho, a 14 millones al suroeste de Barbate (Cádiz), el pesquero "Nuevo Pepita Aurora" sufrió un golpe de mar que se llevó la vida de cinco pescadores y tres más fueron dados por desaparecidos.

    No por menos esperada, la fecha fija para el retorno de la flota comunitaria al caladero marroquí fue una de las noticias más comentadas en el sector pesquero al inicio de la primavera.

    Por fin, un año y medio después de que los representantes de la Comisión Europea y Marruecos llegaran a un acuerdo para el retorno de la flota comunitaria a los caladeros de ese país, ambas partes cerraron en marzo los últimos flecos para hacer efectivo el acuerdo de pesca, tan deseado por la flota española, sobre todo la andaluza.

    El Gobierno puso en marcha la normativa por la que se obliga a los establecimientos que sirven platos elaborados con productos del mar, a congelar previamente el pescado que se vaya a consumir crudo o poco hecho, durante al menos 24 horas.

    El objetivo, ofrecer un producto con garantías y libre de las larvas de Anisakis, un parásito común que se encuentra exclusivamente en las especies marinas.

    En el mar, pero fuera de la pesca, España fue noticia por ser la sede de la Copa de América en Valencia, en una actividad, la náutica deportiva, que mueve cada día más dinero. EFECOM

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