Productor tradicional de pianos Bösendorfer vendido a grupo japonés Yamaha

El representante del banco se mostró satisfecho de que, tras largas negociaciones, se haya encontrado a un propietario estratégico que esté en condiciones de fomentar el desarrollo económico de la empresa, con una plantilla de 180 empleados, y de mantener el legado cultural al que se considera unida la marca.

Yamaha ha dado garantías de que la central y la producción de pianos Bösendorfer, de fama mundial por su sonido inconfundible, permanecerán en Austria, así como de que continuará existiendo bajo el mismo nombre.

No se dieron hoy informaciones sobre el precio de la transacción, por lo que no se han podido confirmar ni desmentir los rumores sobre un importe de 14 millones de euros.

Hace pocas semanas quedó eliminado sorprendentemente del concurso el productor de pianos austríaco Brodmann, mayoritariamente en posesión de ex directores de Bösendorfer.

El anterior banco sindical austríaco BAWAG había sido vendido a su vez, hace aproximadamente un año, al fondo estadounidense Cerberus, después de verse sacudido por el mayor escándalo financiero de la república alpina.

BAWAG adquirió a Bösendorfer en 2002 de su anterior propietario, la empresa estadounidense Kimball, por 16,9 millones de euros (25 millones de dólares).

La manufactura Bösendorfer fue fundada en 1828, año en que murió Franz Schubert, por el vienés Ignaz Bösendorfer.

Una anécdota afirma que el joven compositor Franz Liszt fue uno de los primeros en comprobar la calidad de los pianos de esta marca, ya que a diferencia de otros, aguantaron su estilo de tocar impetuoso, y en 1830 el emperador austro-húngaro Francisco I otorgó a la firma el título de "productor de pianos de la Corte". EFECOM

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