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Todo el sector cántabro está de acuerdo con cerrar caladero y mantener anchoa



    Santander, 19 dic (EFECOM).- Gobierno, pescadores y conserveros de Cantabria respaldan la decisión de la Unión Europea de mantener la veda en el caladero del Cantábrico para que no desaparezca la anchoa y se pueda contar en el futuro con esta especie, que genera importantes ganancias para todo el sector en la comunidad.

    Esa pesquería representa, como media, entre el 30 y 40 por ciento del negocio de la flota de bajura de Cantabria y abastece a la industria conservera de la comunidad autónoma, que produce el 78 por ciento de los filetes de anchoa en salazón que se comercializan en España, según datos oficiales.

    El sector extractivo, el transformador y la Administración regional coinciden en que hay que atender las recomendaciones de los científicos de que no se faene en esta zona para poder contar en el futuro con la anchoa autóctona, que es "la diez y de sobresaliente", en palabras del director cántabro de Pesca, Fernando Torrontegui.

    Los ministros de Pesca de la Unión Europea decidieron anoche, tras veinte horas de debate, que continúe cerrado el caladero de la anchoa hasta julio de 2008, para dar tiempo a que se ponga en marcha un plan para cambiar la gestión de ese recurso y poner fin a las habituales disputas entre españoles y franceses.

    En declaraciones a EFE, Torrontegui se muestra "totalmente de acuerdo" con esta decisión, ya que de la anchoa "dependen" los pescadores de bajura de la región, las conserveras y localidades en las que la mayoría de sus habitantes trabajan en la elaboración en salazón de este producto, como Santoña.

    Torrontegui recuerda que "ya hace tiempo" que las conserveros cántabros producen anchoa "de gran calidad" con pesca importada de otros lugares, con la que, en su opinión, pueden seguir trabajando "un año más" hasta que se vuelva a contar con la del Cantábrico.

    El director de Pesca insiste en recuperar el caladero y conservar una especie que ha sido "la bandera" de Cantabria y ha permitido crear miles de puestos de trabajo en la comunidad.

    Además, asegura que para compensar las pérdidas de los pescadores se mantendrán ayudas por parte del Estado y del Gobierno de Cantabria, que ya ha incluido en los Presupuestos Regionales para 2008 una partida de más de un millón de euros para el sector, aunque esta cantidad se puede incrementar en el caso que "sea necesario".

    El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Manuel Vinatea, reconoce, en declaraciones a EFE, que las subvenciones son el "principal problema" que tiene el sector en la comunidad ante el cierre del caladero, aunque reitera que la flota cántabra está de acuerdo con esta medida para recuperar la escasez de la anchoa en el Golfo de Vizcaya.

    De hecho, los pescadores cántabros respaldaron la veda en la última reunión de la Interfederativa de Cofradías del Cantábrico, aunque luego decidieron respetar la decisión que por mayoría tomaron las cofradías del norte de España, favorable a la reapertura del caladero con un cupo limitado de capturas.

    Por su parte, los conserveros dicen que, aunque la anchoa supone "una parte muy importante" de su producción, para el sector es "preferible pasar un poco de apuro" con una nueva veda y que se garantice en el futuro la pesca de esta especie en el caladero.

    "No hacemos nada con que se vaya a pescar y se elimine la especie", asegura a EFE un portavoz autorizado de la asociación que representa en Cantabria a estos conserveros, CONSESA, que aboga por regenerar la anchoa en el Cantábrico y no seguir poniendo "parches". EFECOM

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