El último capítulo de la guerra en Libia se concentra en Sirte
Aún no se sabe el paradero exacto del fugitivo y es posible que aún esté escondido en Trípoli, cinco días después de que la capital cayera en manos rebeldes, poniendo fin a sus 42 años de régimen.
Cazabombarderos de la OTAN atacaron Sirte el domingo, en la costa mediterránea, por tercer día consecutivo, dijo un portavoz de la alianza en Bruselas.
"Estamos prestando mucha atención a lo que está sucediendo en Sirte, porque sabemos que hay restos del régimen que están allí", declaró.
Por tierra, las fuerzas rebeldes también se aproximaron y dijeron que capturarán Sirte por la fuerza si no prosperan las negociaciones para su rendición.
Gadafi nación en 1942 cerca de Sirte, ubicada 450 kilómetros al este de Trípoli, y después de llegar al poder en 1969 la remodeló de una tranquila localidad pesquera en una ciudad importante y centro de poder con 100.000 habitantes.
Aún conserva apoyo y simpatía allí, así que sin importar si eligió retirarse a la ciudad para ofrecer una última resistencia, su captura será de importancia estratégica y simbólica para los rebeldes, que están consolidando su victoria.
Un comandante rebelde dijo que sus fuerzas estaban a 100 kilómetros de Sirte por el este y que otros estaban avanzando por el oeste
En la carretera costera al este de Trípoli, transportadores desplazaban tanques T-55 de diseño soviético en dirección a Sirte. Rebeldes dijeron que los tanques fueron hallados en una base militar abandonada en Zlitan.
Jamal Tunally, un comandante rebelde en Misrata, dijo a Reuters: "La línea del frente está a 30 kilómetros de Sirte. Creemos que la situación en Sirte será resuelta pacíficamente, si Dios lo permite.".
"Ahora sólo tenemos que encontrar a Gadafi. Creo que él aún se oculta debajo de Bab al-Aziziyah como una rata", dijo Tunally, refiriéndose al complejo de Gadafi en Trípoli capturado por los rebeldes el martes.
En el este, combatientes rebeldes avanzaron siete kilómetros pasada la localidad de Bin Yawad y aseguraron el cruce de Nawfaliyah, dijo un portavoz rebelde.
"Avanzamos lentamente", dijo a Reuters el portavoz Mohammad Zawawi. "Queremos dar más tiempo para las negociaciones, dar más tiempo a las personas que tratan de convencer a quienes se encuentran dentro de Sirte a que se rindan y abran su ciudad".
Atentos a cuidar su imagen en el exterior, y perjudicados por relatos de que seguidores de Gadafi han sido encontrados muertos con las manos atadas, los líderes rebeldes enviaron mensajes pidiendo a sus seguidores que no abusen de los prisioneros.
"Recordad cuando arrestéis a cualquier seguidor de Gadafi que es como vosotros, que tiene una dignidad como vosotros, que su dignidad es vuestra propia dignidad, y que bastante humillación para él es ser un prisionero", afirmaba el mensaje de texto.
El portavoz militar rebelde Ahmed Bani mostró su preocupación por la suerte de 40.000 prisioneros que dijo fueron detenidos por las tropas de Gadafi y de las que se desconoce su paradero. Es posible que algunos estuvieran retenidos en búnkeres subterráneos en Trípoli no localizados aún por los rebeldes.
"Las pruebas que hemos podido recopilar hasta ahora sugieren con fuerza que las tropas gubernamentales de Gadafi llevaron a cabo una serie de asesinatos arbitrarios durante la caída de Trípoli", declaró Sarah Leah Whitson, de la ONG Human Rights Watch.
El liderazgo rebelde trataba de reforzar su control sobre la capital, tras días de confusión y combates. El hedor de cadáveres pudriéndose y basuras quemándose permanecía sobre Trípoli, donde escasean el agua, la comida y otros suministros, muestras de que a pesar de la victoria queda mucho por hacer.
/Por Maria Golovnina y Mohammed Abbas/