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El ejército combate contra desertores cerca de Damasco



    AMAN (Reuters) - Las fuerzas leales al presidente sirio, Bashad el Asad, combatieron durante la noche cerca de un suburbio al noreste de Damasco contra desertores militares que se habían negado a disparar en una manifestación prodemocrática, dijeron el domingo los residentes de la zona.

    Tras cinco meses de revuelta popular, Asad está bajo presión por las protestas callejeras, galvanizadas por el mes sagrado musulmán del ramadán, y por los ministros de Exteriores árabes que instaron el domingo a Siria a trabajar para poner fin al derramamiento de sangre "antes de que sea demasiado tarde".

    La Liga Árabe decidió enviar a Damasco a su secretario general para impulsar reformas. El presidente turco dijo que había perdido confianza en Siria.

    Decenas de soldados que desertaron y huyeron a Al Ghouta, una zona de huertos y terrenos agrícolas, después de que fuerzas proAsad dispararan a una multitud cerca del suburbio de Harasta de Damasco para evitar que se manifestaran hacia la capital, dijeron residentes.

    "El Ejército lleva toda la noche disparando armas pesadas en Al Ghouta y son respondidos por rifles más pequeños", dijo a Reuters por teléfono un residente de Harasta.

    Se trata de las primeras deserciones cerca de la capital, donde se asienta el núcleo duro de las fuerzas de Asad.

    NEGACIÓN OFICIAL

    Las autoridades sirias han negado en repetidas ocasiones que se hayan producido deserciones. Siria ha expulsado a los medios de comunicación independientes desde que en marzo comenzó la revuelta contra Asad, que pertenece a la minoría alauí.

    Los activistas han ido informando de cada vez más deserciones en las filas del Ejército, sobre todo integrado por la mayoría suní pero comandados por superiores alauíes a las órdenes del hermano de Asad, Maher.

    Un comunicado publicado en Internet por los Agentes Libres, un grupo que dice representa a los desertores, dijo que en Harasta se produjeron "un gran número de deserciones" y que las fuerzas de seguridad y 'shabbiha' (milicianos) leales a Asad estaban persiguiéndoles en dirección a los jardines y distritos de Damasco.

    El comunicado dijo que un coronel de la Fuerza de Inteligencia Aérea, que había estado encargado de incursiones y arrestos efectuados por policía secreta, fue alcanzado por una bala en la cabeza en el suburbio de Saqba.

    La escalada del conflicto se produjo después de que el Ministerio del Interior sirio advirtiera a los habitantes de Damasco el sábado de que no se manifestaran, después de que se produjeran en la capital algunas de las protestas más intensas desde el inicio de la revuelta contra Asad.

    El presidente turco, Abdulá Gul, un ex aliado que cada vez está adoptando una postura más crítica con Siria, dijo que la situación había alcanzado un punto donde los cambios llegarían un poco muy tarde, según la agencia estatal de noticias turca Anatolian.

    Gul dijo en una entrevista: "Estamos muy tristes. Se dice que los incidentes han "acabado" y después otras 17 personas mueren. ¿Cuántos serán hoy? Claramente hemos llegado a un punto donde cualquier cosa sería muy poco y muy tarde. Hemos perdido la confianza".

    El aliado más próximo de Asad, la potencia chií Irán, con quien ha reforzado los lazos ante la inquietud de la mayoría suní siria, dijo que Damasco debe escuchar las "demandas legítimas" de su pueblo. Pero Teherán también dijo que cualquier cambio en el sistema de gobierno sirio sería peligroso para Oriente Próximo.

    RECURRA A LA RAZÓN

    En El Cairo, los estados árabes dijeron el domingo a Siria, tras una reunión extraordinaria de la Liga Árabe, que estaban preocupados "por los peligrosos sucesos en territorio sirio que han provocado miles de víctimas, incluidos muertos y heridos" e hicieron hincapié "en la importancia de terminar la matanza y recurrir a la razón antes de que sea demasiado tarde".

    Fue la primera reunión oficial de la Liga Árabe sobre Siria desde el inicio de la insurrección, inspirada en las revoluciones en Túnez y Egipto que provocaron levantamientos en todo Oriente Próximo y el norte de África.

    Los ministros dijeron que la estabilidad en Siria era crucial para el mundo árabe y toda la región.

    Naciones Unidas dice que 2.200 personas han muerto desde que Assad envió tanques y soldados para aplastar las manifestaciones que comenzaron en marzo, pidiendo el fin del gobierno de 41 años de su familia.

    Las autoridades culpan a "grupos terroristas" por las matanzas y dicen que 500 agentes de la policía y miembros de las fuerzas armadas han muerto.