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Los libios hacen recuento de la letal lucha por Trípoli



    TRÍPOLI (Reuters) - Los residentes de Trípoli excavaban tumbas improvisadas para sepultar a los muertos, mientras surgen evidencias de ejecuciones sumarias generalizadas durante la batalla por la capital libia.

    Una semana después de la caída de Muamar el Gadafi, el hedor de los cadáveres en descomposición y la basura quemada inunda la ciudad, que hace frente a una crisis humanitaria debido a los escasos suministros de agua y energía, la falta de medicinas y la ausencia de un gobierno efectivo.

    En una señal de la continua inestabilidad en la ciudad, durante la noche se escucharon ráfagas de disparos de armas pesadas y explosiones.

    Los rebeldes, que ahora controlan la mayor parte de Trípoli, prometieron tomar el pueblo natal de Gadafi, Sirte, a la fuerza si fracasan las negociaciones con las fuerzas leales en uno de sus últimos bastiones.

    Mientras los combates se terminan en la capital, más y más cadáveres son hallados. Algunos eran soldados de Gadafi que perecieron en combate, mientras otros parecían haber sido ejecutados. Otros más fueron hallados en un hospital abandonado por sus médicos.

    Los restos quemados de cerca de 53 personas han sido hallados en un almacén en Trípoli, aparentemente rivales de Gadafi que fueron ejecutados mientras su gobierno caía, informó el sábado la cadena británica Sky News.

    Sky transmitió imágenes de una pila de esqueletos quemados, aún ardiendo, en una almacén agrícola, donde las víctimas aparentemente eran prisioneros.

    En el distrito de Tajoura de la capital, gente local preparaba una fosa común para los cuerpos de 22 hombres africanos que aparentemente habían sido reclutados para luchar por Gadafi. Uno de los muertos tenía sus manos atadas a la espalda.

    "Los rebeldes les pidieron que se rindieran, pero se negaron", dijo el residente Haitham Mohammed Khat'ei.

    "Los residentes del vecindario decidieron sepultarlos de acuerdo a la ley islámica", comentó a Reuters.

    Relatos de asesinatos a sangre fría por parte de ambos bandos han surgido en los últimos días, oscureciendo el ambiente en una ciudad donde muchos habían recibido la caída de Gadafi con alegría.

    FOTOGRAFIAS ROTAS

    En una señal de la anarquía que envuelve a partes de la capital, una de las casas de Gadafi estaba vacía y saqueada, y algunas fotografías rotas del líder fugitivo estaban tiradas en el suelo.

    El paradero de Gadafi aún se desconoce -rebeldes que lo persiguen dicen que la guerra no terminará hasta que el coronel de 69 años, quien mantuvo a Libia bajo su control por 42 años, sea capturado o muerto.

    Mustafa Abdel Jalil, jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT), dijo a periodistas en Bengasi: "No tenemos informes reales sobre el paradero de Gadafi y sus hijos".

    El CNT, que ha dicho a sus combatientes que no realicen ejecuciones por venganza, está intentando hacer valer su autoridad y restaurar el orden en Trípoli, pero sus máximos responsables aún tiene que trasladarse a la capital desde su cuartel general en Bengasi, en el este del país.

    Abdel Jalil dijo que la falta de agua y electricidad se debía a sabotajes de fuerzas leales a Gadafi.

    "Hay reservas de alimentos y medicinas, pero la reserva estratégica es para un período normal y ahora estamos en circunstancias excepcionales que requieren del doble y el triple de esa cantidad", declaró "La comida es una prioridad aún mayor que la seguridad", sostuvo.

    Después de que diplomáticos de la ONU dijeron la semana pasada que se había logrado un acuerdo para permitir la liberación de 1.500 millones de dólares en activos libios congelados para destinarlos a ayuda humanitaria y otras necesidades de los civiles, la Liga Árabe instó el domingo al organismo mundial a liberar los fondos inmediatamente.

    También respaldó al gobierno que espera llegar al poder para que busque un puesto en Naciones Unidas el próximo mes, lo que simbolizaría formalmente el fin del mando de Gadafi.

    Comandantes rebeldes aún están negociando con fuerzas leales a Gadafi para intentar persuadirlas para que entreguen el control de la ciudad litoral de Sirte, dijo Abdel Jalil.

    Libia está efectivamente dividida en dos por las fuerzas partidarias a Gadafi que controlan el territorio que se extiende desde Sirte, 450 kilómetros al este de la capital, hacia el desierto.

    Un comandante rebelde dijo que las fuerzas que avanzan desde el este habían alcanzado los límites de Bin Jawad, un pueblo a unos 140 kilómetros de Sirte.

    "Estamos esperando que la gente en Sirte salga y hable, pero no hemos tenido respuesta aún. Yo he estado esperando por tres días", dijo el comandante Fawzi Bukatif a Reuters.