Empresas y finanzas
Tremonti: Italia, dispuesta a cumplir las peticiones de reforma
Una carta del Banco Central Europeo de la semana pasada pedía la privatización a gran escala de servicios locales, una reforma de las pensiones y una mayor flexibilidad en el mercado laboral, indicó Tremonti.
El ministro del gobierno de coalición de centroderecha del primer ministro, Silvio Berlusconi, dijo que Italia requiere de medidas más enérgicas de austeridad que le permitan cumplir su objetivo de llegar al déficit cero en 2013, y prometió una acción más decidida para luchar contra la evasión fiscal y el abuso de los contratos laborales fijos.
Berlusconi dijo el miércoles a sindicatos y empresarios que el 18 de agosto el Gobierno va a aprobar un decreto de emergencia con medidas de reducción del déficit, aunque sin dar propuestas concretas.
Los mercados financieros, en gran tensión, están deseosos de obtener más información sobre los planes gubernamentales para aprobar con rapidez recortes por valor de 20.000 millones de euros con los que conseguir el equilibrio presupuestario en dos años.
Berlusconi ha hecho varias declaraciones desde que la crisis en los mercados creció a primeros de mes, pero ha recibido amplias críticas por la poca claridad del Gobierno sobre cómo piensa recuperar las finanzas públicas en medio del hundimiento de la confianza en los mercados.
"Las bolsas europeas, en su desastrosa caída, no pueden esperar hasta el 18 de agosto", dijo en un editorial en portada el respetado diario Corriere della Sera.
Los rendimientos de los bonos italianos han caído notablemente respecto a los máximos de 14 años que alcanzaron la semana pasada después de que el Banco Central Europeo interviniera para sostener el mercado y evitar que los costes de financiación se descontrolaran.
Sin embargo, la tensión continúa, como mostró la caída más fuerte en un día que el miércoles sufrió la bolsa de Milán desde octubre de 2008, con un descenso del 6,65 por ciento de su principal índice bursátil.
El peso de la deuda pública, en alrededor del 120 por ciento del Producto Interior Bruto, es el segundo más elevado de la eurozona después del griego, pero un déficit relativamente modesto y un sistema financiero conservador, en general, habían escudado a Italia de los embates de la crisis hasta ahora. La presión ha crecido para que impulse reformas con las que animar a una economía casi paralizada.