Altadis fideliza a sus directivos: les da acciones y sube su sueldo un 45%
La cúpula directiva de Altadis, dueña de marcas como Fortuna, Ducados y Nobel, está de enhorabuena. Su retribución total se elevó el año pasado a 4,8 millones de euros, lo que supone un 45 por ciento más respecto a los 3,3 millones que ingresó en 2009. Y eso en un entorno especialmente complicado, después de haber tenido que eliminar durante ese ejercicio 257 empleos, de afrontar ahora una grave crisis en España tras la prohibición de fumar en todos los locales públicos, en plena guerra de precios y con las ventas cayendo sin freno.
Pero, ¿a qué obedece entonces la subida salarial? Fuentes de la empresa explican que es debido a que se ha extendido a un mayor número de directivos la retribución en especie, mediante la entrega de acciones de Imperial Tobacco, su matriz británica.
En un entorno de competencia feroz, el grupo sabe que se juega el todo por el todo en España y quiere motivar y fidelizar así a su cúpula, que encabeza Dominic Brisby. Aún así, y al margen de la retribución, la empresa también ha hecho ajustes en la dirección, gastándose 3,67 millones de euros en indemnizaciones y acuerdos para que los ejecutivos que se marcharan no acabaran fichando por la competencia.
El sueldo del consejo
Además de la alta dirección, la retribución total del consejo de administración ascendió a 983.000 euros, lo que supone más del doble que un año antes, según las últimas cuentas de la compañía, depositadas en el Registro Mercantil de Madrid. No obstante, hay que tener en cuenta que en 2010 se produjo la salida del órgano ejecutivo de Jean Dominique Comolli, antiguo copresidente de la tabacalera, hasta su adquisición por Imperial Tobacco, y de Gary Lee Aldridge. Durante el pasado ejercicio, antes de que se desatara la guerra de precios, la facturación neta de la tabacalera se incrementó un 3,7%, hasta 808 millones de euros.
Pero este año las cosas están siendo distintas y la empresa, como el resto del sector, está sufriendo por el descenso de las ventas -ha aumentado el contrabando y la venta de cigarrillos falsificados- y la reducción de sus márgenes tras la guerra desatada por la norteamericana Philip Morris.
La buena noticia para la industria es que todo indica que, al menos, la guerra de precios podría estar tocando a su fin. Las compañías tabaqueras parecen decididas a dar por terminada una batalla que persigue principalmente convencer al Gobierno de la necesidad de un cambio más equitativo de la actual fiscalidad y podrían estar planeando nuevas subidas de cara a septiembre.
Altadis fue de hecho la primera en dar el paso el pasado mes de julio al subir el precio de sus principales marcas, aunque luego tuvo que rectificar en parte porque uno de sus competidores, BAT, no respondió en el mismo sentido con Lucky Strike y obligó al resto a igualar el coste para no perder cuota.