CE presenta propuestas para impulsar competitividad y abrir mercado defensa
La intención del Ejecutivo comunitario es crear un verdadero mercado interior en el ámbito de la defensa, único sector que aún mantiene importantes cláusulas de protección, que los Estados miembros utilizan habitualmente invocando su seguridad nacional.
"La apertura del mercado interior de los productos de defensa mejorará la competitividad de la base tecnológica e industrial del sector" y es un paso "fundamental para hacer que Europa sea autónoma en este campo", aseguró en una rueda de prensa el comisario europeo de Industria, Günter Verheugen.
Por el momento, las propuestas de la CE se centran en dos aspectos: permitir más competencia intraeuropea en la adjudicación de los contratos públicos de defensa y reducir los obstáculos al comercio de material militar entre los Estados miembros.
Para avanzar hacia el primer objetivo, Bruselas presentó hoy un borrador de directiva sobre licitaciones en el campo de la defensa, con la que pretende ajustar las normas europeas sobre contratos públicos a las particularidades del sector.
Actualmente, las reglas comunitarias del mercado interior cubren ya el campo de la defensa, pero los Estados miembros pueden utilizar la excepción prevista en el artículo 296 del Tratado para no cumplirlas y conceder los contratos a las empresas que deseen.
Con su propuesta, Bruselas quiere que estas excepciones pasen a utilizarse únicamente en apartados específicos y verdaderamente sensibles para la seguridad de los países.
"La introducción de reglas transparentes y competitivas para las licitaciones es crucial para el establecimiento de un mercado común de la defensa. Esto permitirá una mayor apertura de los mercados entre los Estados miembros y beneficiará a las fuerzas armadas, los contribuyentes y la industria", señaló en una nota el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy.
Para mejorar el intercambio de productos y tecnologías militares entre los Veintisiete, la CE propuso una segunda directiva que armoniza los requisitos para el comercio de armamento entre los Estados miembros y reduce la burocracia para las empresas europeas.
Según el Ejecutivo comunitario, los distintos y, en algunos casos, "desproporcionados" regímenes de licencias de los países de la UE le cuestan a la industria militar comunitaria unos 400 millones de euros al año.
Verheugen destacó que, actualmente, la mayoría de los países requieren a los productos y tecnologías europeas las mismas licencias que a los países extracomunitarios, algo que a su juicio choca con la "necesidad de crear una industria más competitiva e innovadora".
En este sentido, instó a los gobiernos europeos a aumentar su gasto en defensa y aseguró que "varios Estados miembros deben darse cuenta de que no cuentan con recursos (militares) suficientes".
Así, recordó que los Veintisiete gastan menos de la mitad de lo que invierte Estados Unidos en el ámbito militar, y un sexto de lo que Washington destina a la investigación y desarrollo en este campo.
Junto a los esfuerzos de la CE para mejorar la competitividad en el sector militar, la Agencia Europea de Defensa (EDA) desarrolla diversos programas para permitir a las empresas del sector acceder a las licitaciones en los países europeos y a las pymes obtener subcontratos con las grandes compañías del sector. EFECOM
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