Empresas y finanzas

Las aerolíneas birmanas con problemas por falta de pasajeros y sanciones



    Bangkok, 26 oct (EFECOM).- La aerolínea birmana Air Bagan, propiedad del empresario Tay Za, amigo del máximo líder de la Junta Militar, anunció hoy la cancelación de la mayoría de sus vuelos al extranjero a causa del descenso de pasajeros desde las manifestaciones del pasado septiembre y a las sanciones económicas impuestas a Birmania.

    Air Bagan indicó mediante una carta dirigida a las agencias de viajes que le compran billetes que ha cancelado de forma indefinida todos sus vuelos entre Birmania (Myanmar) y Singapur, el principal destino de la aerolínea.

    Varias semanas antes, Air Bagan comenzó a suspender muchos de vuelos entre Rangún, la mayor ciudad de Birmania, y Bangkok, la capital de Tailandia, debido a la caída de la venta de pasajes.

    "Con estas sanciones no podemos ahora proveernos de piezas de recambios para los aviones", apuntó Air Bagan en su carta.

    La aerolínea birmana añadió en el escrito que "el golpe final ha llegado hoy cuando hemos sido informados por los bancos de Singapur de que a partir de ahora no podemos hacer transacciones en dólares americanos".

    Estados Unidos impuso este mismo mes a Birmania nuevas sanciones económicas en respuesta a la violenta represión puesta en marcha por la Junta Militar tras las manifestaciones pacíficas en favor de la democracia.

    Las sanciones económicas de EEUU afectan a los miembros de la Junta Militar, familiares, y al circulo de empresarios más próximos a los generales.

    Tay Za, con intereses en compañías constructoras, inmobiliarias, y mineras, está asociado en algunos negocios con el jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, según diplomáticos y empresarios con larga experiencia en el país asiático.

    También la aerolínea estatal birmana Myanmar Airways anunció la pasada semana, que al concluir octubre suspenderá los vuelos diarios que sus aviones hacen a Bangkok y a Kuala Lumpur, la capital de Malasia, por falta de pasajeros.

    El régimen birmano admite que diez personas murieron durante la represión de las protestas y unos 3.000 manifestantes fueron arrestados, aunque fuentes de la disidencia calculan que el número de muertos se acerca a los 200 y que los detenidos superan ampliamente los 6.000.

    Birmania, que hasta principios de los años 60 fue una de las naciones del sudeste de Asia con mayor desarrollo económico, es ahora una de las más pobres de la región. EFECOM

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