Vueling lidera las pérdidas de la sesión tras dispararse un 150% en siete días
El mercado sigue expectante porque queda mucha tela que cortar en la aerolínea, ya que la familia Lara elevó su participación hasta el 26,87% del capital para forzar un giro radical en la empresa. Es más, los dueños de Planeta han solicitado la convocatoria de una Junta General Extraordinaria para censurar la gestión de la compañía.
El equipo directivo de Vueling está en plena reforma tras el nombramiento de Barbara Cassani como nueva presidenta tras la salida de José Miguel Abad Silvestre, que abandonó el cargo por "diferencias con la gestión" de la aerolínea. Además, otros miembros del consejo designados por la familia Lara hicieron lo propio evidenciando que algo no iba bien en la compañía.
Y es que un segundo profit warning en el que se elevaban las estimaciones de pérdidas para 2007 por el aumento de la competencia y el descenso de sus ingresos hizo saltar todas las alarmas en la aerolía, noticia que fue coronada con una recomendación de "vender" de Goldman Sachs con un precio objetivo de 2,5 euros por acción. Además, el banco de inversión norteamericano nombró a la bicha señalando que Vueling podría tener problemas de liquidez.
El valor comezó a caer en picado, aunque ya llevaba tiempo haciéndolo tras haber marcado máximos en 46,99 euros allá por el mes de febrero, y la directiva tuvo que salir en auxilio de la empresa diciendo que tenían en caja 110 millones de euros, lo que supuso el punto de inflexión en esta historia bajista: por aquel entonces el valor de mercado de la low cost era prácticamente lo que decía tener en caja.