La bombona de butano subirá en abril un 6% por el alza del petróleo
El fuerte repunte del petróleo va a tener un impacto inmediato en la bombona de butano. Cada envase de 12,5 kilogramos se pagará a 14 euros, es decir, un 6% más que en estos momentos.
Fuentes del sector explicaron a elEconomista que el departamento que dirige Miguel Sebastián ya ha hecho los cálculos de los precios que tendrá que aplicar en la próxima revisión y así se lo ha hecho saber a un sector que cuenta con diez millones de clientes, más que el gas natural.
Este nuevo aumento se sumará al incremento del 3,13% que el Gobierno aprobó el pasado mes de enero, cuando la bombona de butano se situó en los 13,19 euros.
Sin embargo, hay que destacar que aunque en esta ocasión parece que la subida es considerable, los distribuidores y los operadores consideran que debería ser mayor si se tuviera en cuenta al cien por cien el precio actual del crudo y el aumento de los costes para hacer llegar la tradicional bombona a los hogares.
Y ésta es precisamente la pelea que libra desde hace años el sector con el Ministerio de Industria para que se termine con el decalaje de más de nueve meses que recogen los precios. La razón es que en la fórmula actual -que aplica el denominado factor Landa-, si bien tiene una importante repercusión la cotización actual, también se pondera una parte considerable de los precios de hace dos años.
El sistema actual provoca un desajuste en el negocio con pérdidas para las empresas de más de 400 millones en la última década, que nunca se llegarán a recuperar porque la tendencia de los precios siempre es al alza.
Ante la crítica situación de esta actividad, la pasada semana el Ministerio abrió una serie de encuentros con el sector. Las conversaciones se iniciaron el jueves con una reunión entre el director general de Política Energética y Minas, Antonio Hernández, y la principal federación de distribuidores de butano (FED GLP).
En el encuentro, Industria se comprometió a encargar un estudio a la Comisión Nacional de Energía para revisar los costes de comercialización, que sólo se ajustan una vez al año y con más vocación política que económica.
Además, el titular de Política Energética les dio a conocer las previsiones de los próximos meses, donde a tenor del alza de las materias primas el precio del butano debería subir un 14% en julio, tan sólo aplicando el factor Landa, más un 4% por la evolución del gasóleo y otro 4 ó 5% por el término C, es decir, el factor que retribuye a los casi 300 distribuidores que tiene el sector. Con las cartas sobre la mesa, tanto de un lado como del otro dijeron ser conscientes de que no se puede aplicar un alza del 20% en julio, que se sumaría al alza del 3%de enero y del 6% de abril.
Por ello, Ministerio y distribuidores acordaron avanzar hacia la liberalización del sector de forma progresiva. En este sentido, fijaron un calendario en el que se prevé que las actuaciones a iniciar estén claras antes de julio. De ahí que se adelantara que, de momento, no se va a modificar la fórmula de precio actual, ni a suprimir el factor Landa como exigen los operadores.
Choque entre socios
La situación provocada por el Ministerio en este negocio ha enfrentado a los distribuidores con las petroleras, sobre todo a raíz de que Repsol les congelara sus comisiones por las pérdidas de 120 millones en las que había incurrido en 2010, tal como adelantó elEconomista.
En consecuencia, la FED GLP acordó que denunciará a Repsol por arrinconar a los distribuidores que no pueden ajustar más sus márgenes. De hecho, de los 13,19 euros que actualmente cuesta la botella de butano, el repartidor tan sólo se queda con un euro.
Para adoptar estas medidas contra la petrolera, que tiene una cuota de mercado del 70% en envasado regulado en España, la Federación celebró una junta directiva la pasada semana donde se decidió comenzar la batalla legal. De momento, ya hay convocada una Asamblea para el próximo 29 de marzo en la que tendrán que ratificar estas actuaciones.
No obstante, la FED GLP quiere ver en qué medida mejora su situación con la próxima revisión de abril y comprobar si finalmente Repsol se atreve a congelar las comisiones. Así, cualquiera de estas iniciativas será susceptible de cambio, en caso de que se llegue a un acuerdo entre las partes.
Por otro lado, los distribuidores están barajando presentar una queja formal ante la CNE para trasladar la crítica situación por la que atraviesan los butaneros, tras la drástica reestructuración que emprendieron hace ya más de dos años, en los que han pasado de 640 a 240 agencias.
Sin embargo, no hay que perder de vista que las petroleras están muy penalizadas con la regulación en España. La AOP tiene en marcha un recurso en el Supremo contra Industria por el sistema de precios.