Empresas y finanzas

Imputados revelan rentabilidad superior 20% y descargan culpa sobre Camacho



    Madrid, 1 oct (EFECOM).- Los acusados Anibal Sardón e Inmaculada Baltar, ligados a la sociedad Administración y Gestión de Patrimonios (AGP), revelaron hoy que se ofrecieron rentabilidades superiores al 20 por ciento para captar clientes preferentes, pese a que el mercado daba una media del 6 o 7 por ciento, siempre por orden de Gescartera, al frente de la que estaba Antonio Camacho.

    En la sexta sesión del juicio oral por este escándalo financiero, ambos acusados indicaron que los documentos esgrimidos por el fiscal ante la sala, que demuestran una estafa por 3,21 millones de euros, simplemente son "supuestos" realizados ante Antonio Camacho para demostrar que AGP era rentable para Gescartera pues conseguía un buen número de clientes para la agencia de valores.

    También adujeron que su labor era estrictamente "comercial" y que, por ello, no influían ni en las inversiones de los clientes ni en los tipos de interés que ofrecían a los inversores, y que "nunca" llegaron a sospechar que el dinero de los clientes de Gescartera no estaba en la empresa, ya que incluso Camacho les enseñó, en junio de 2001, un certificado de que había 24 millones de dólares en Estados Unidos, en la sociedad "Martin Investments LLC".

    Ambos acusados trabajaron, a principios de los noventa, como director financiero y secretaria en el grupo manufacturero Tompla, que llegó a invertir varias partidas de entre 300 y 400 millones de euros en Gescartera, con un compromiso de revalorización anual entre el 32 y el 35 por ciento.

    A preguntas del fiscal Vicente González Mota, Inmaculada Baltar reconoció que una inversión de más de 20 millones de pesetas de la sociedad Baltar Santos -constituida por ella y su padre Ernesto Baltar- obtuvo también una rentabilidad semestral del 23,4 por ciento por una inversión denominado "valor ELE" (siglas que corresponden en bolsa a la compañía Endesa).

    Por su parte, Anibal Sardón dejó claro que ni era el dueño ni dirigía AGP, constituida por Antonio Camacho e Inmaculada Baltar, y, respecto a varios cuadros que le fueron exhibidos por el fiscal sobre el reparto de las aportaciones de los clientes entre A.S.A (Anibal Sardón Alvira) y A.C.F (Antonio Camacho Friaza), en un primer momento, declaró que no tuvo acceso a esta información.

    Posteriormente, ante la insistencia del fiscal en estos cuadros donde se señalaba un interés que no superaba el seis por ciento y un tipo real que estaba entre el 17 y el 20 por ciento, Sardón aseguró que no realizó el cuadro pero pudo dar indicaciones para su elaboración a Inmaculada Baltar, quien reconoció haber hecho estos cuadros "por orden de Gescartera" y no de Anibal Sardón, tal y como relató en su primera declaración en 2001.

    Al menos en una decena de ocasiones, tanto Anibal Sardón como Inmaculada Baltar reiteraron que este cuadro formaba parte de "supuestos" para demostrar a Camacho que AGP hacía una buena labor en la captación de clientes, aunque -detallaron- no tenía nada que ver con la operativa de Gescartera, ni estaba al día de la posición de los inversores entrados en la compañía de Camacho a través de Administración y Gestión de Patrimonios.

    En concreto, el fiscal le mostró un cuadro con una aportación de 500 millones de pesetas por parte de la Mutualidad de la Policía Nacional (Mupol), con un interés de 3,48 por ciento, un interés real del 21,5 por ciento y un diferencial del 18,02 por ciento, en el que figuraban conceptos como "Diferencia" por 90 millones de pesetas, "A.S.A." (Anibal Sardón Alvira) por 5 millones de euros y "A.C.F." (Antonio Camacho Friaza) por cinco millones de euros.

    Sin embargo, en el mismo cuadro, según enseñó el fiscal a la sala, una aportación de 45 millones de pesetas de Francisca Alhambra, la mujer de Sardón, no figura ninguna cantidad por el concepto "diferencia" ni cantidades asignadas a "A.S.A." ni a "A.C.F.", siglas que Sardón unió, respectivamente, a las empresas AGP y Gescartera.

    A preguntas de su defensa, señaló también Anibal Sardón que él, su familia y sus sociedades habían perdido un millón de euros (165 millones de pesetas) por sus inversiones en Gescartera, ya que invirtieron al menos 376,5 millones de pesetas (2,26 millones de euros), obtuvieron intereses por 62 millones de pesetas, pagaron impuestos a Hacienda por 170 millones de pesetas de inversión y no llegaron a retirar más de 246 millones de pesetas. EFECOM

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