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Los egipcios celebran y advierten al Ejército



    EL CAIRO (Reuters) - Millones de personas salieron a las calles para celebrar un nuevo Egipto el viernes, recordando al gobierno militar provisional que mantenga sus promesas de una rápida transición a la democracia, después de una revuelta que derrocó al autócrata Hosni Mubarak en tan solo 18 días.

    En un día emotivo que también recordó a las 365 personas que murieron en el levantamiento, muchos dijeron que esperaban que el Ejército cumplirera su promesa de celebrar elecciones en seis meses.

    "Este es un mensaje serio al Ejército", dijo Mohamed el Said, de 28 años, que viajó a El Cairo desde Puerto Said, señalando al colorido mar de personas de todos los extractos sociales a su alrededor que se manifestaban para celebrar la caída de Mubarak hace una semana.

    "Después de hoy, será más obvio para ellos que si no protegen la revolución y responden a las demandas del pueblo, la próxima vez que el pueblo vaya a Tahrir no será para celebrar una victoria, sino que traerán sus mantas con ellos como antes", dijo a Reuters en la plaza Tahrir (liberación).

    Sheij Yousef al Qaradawi, un influyente predicador egipcio que vive en Qatar, dijo a los fieles en la plaza Tahrir que se había perdido el miedo por parte de los egipcios, que habían derrocado a un faraón moderno a través de la fe y triunfado sobre el sectarismo.

    Su aparición y el afloramiento de los Hermanos Musulmanes mostró una recién descubierta aceptación por los movimientos islamistas una vez prohibidos, aunque las voces religiosas son algunas de las muchas que se escuchan ahora.

    En el frente diplomático, los gobernantes militares, en su primera torpe intervención diplomática, dieron luz verde a que dos buques iraníes atravesaran el Canal de Suez. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, había dicho que el plan de iraní de enviar barcos a través del canal era "provocador".

    MÚSICA EN EL NILO

    Mientras, los militares, haciendo valer su autoridad, dijeron que ya no tolerarían más huelgas, que estaban dañando la economía y la seguridad nacional. Los trabajadores del vasto sector público, inspirados en la revuelta que derrocó a Mubarak, reivindican mejor salario y condiciones laborales. Algunos solicitan la dimisión de sus jefes.

    La revolución en Egipto, un aliado de Estados Unidos que tiene firmado un tratado de paz con Israel, generó una oleada en la región, desatando protestas en Libia, Yemen, Bahréin, Irán e Irak tras las caídas de los gobiernos de Túnez y Egipto.

    Familias jubilosas cantaban y bailaban al ritmo de música pop que se escuchaba desde los barcos que surcaban el Nilo, otros bailaban y tocaban tambores en las riveras del río. Por la noche, era virtualmente imposible moverse de Tahrir mientras la fiesta continuaba con fuegos artificiales y comida.

    "Insto al Ejército egipcio a liberarnos del Gobierno que formó Mubarak", dijo Qaradawi a los fieles en las oraciones de mediodía en la plaza Tahrir, después de que la multitud vitoreara y ondeara las banderas nacionales.

    "Sois egipcios: levantad la cabeza", decía una pancarta, reflejando el orgullo nacional que ha causado la protesta.

    La agencia de noticias oficial, que antes de la caída de Mubarak había ignorando o restado importancia a las protestas, dijo el viernes que más de dos millones de personas se concentraron en Tahrir.

    Una ola de emoción popular como esta no se veía desde la muerte en 1970 del presidente Gamal Abdel Naser, cuyos discursos galvanizaron el mundo árabe, cuando los egipcios llenaron las calles de las principales ciudades.