Ferrovial está cómoda con su deuda: la 'megaemisión' de bonos es prioritaria pero no corre prisa
"Estamos en la fase final del papeleo", dijo en un encuentro con periodistas el director financiero del grupo, Nicolás Villén. "No tenemos ninguna prisa, estamos muy cómodos con nuestra situación actual (...) estamos en una situación de solvencia realmente holgada".
Por otra parte, aunque Villén afirmó que el grupo cuenta con recursos para financiar nuevas inversiones, dejó claro que la refinanciación es una prioridad para el grupo, que en los próximos años tiene previsto invertir hasta 10.000 millones de libras en mejorar los aeropuertos británicos.
Malas condiciones del mercado
Lo que no ha confirmado el directivo es la fecha en que se llevará a cabo esta emisión, a pesar de que a finales de junio se mostró confiado en cerrar la refinanciación antes de fin de año. "Ahora mismo, teniendo en cuenta las condiciones de mercado, no me quiero comprometer con ninguna fecha", dijo. El grupo español busca refinanciar una deuda que actualmente tiene un coste medio en torno al 7% mediante la emisión de bonos titulizados, respaldados por sus activos aeroportuarios en el Reino Unido.
"Es cierto que hay una crisis de liquidez (...) si hay un mercado interesante para los bancos o el mercado de bonos es el respaldado por activos con ingresos estables", señaló. Los inversores, que han castigado la cotización de Ferrovial frente a las de sus rivales desde que se filtrase su interés por adquirir BAA, espera con interés detalles de la refinanciación en un entorno de incertidumbre sobre varios aspectos esenciales para el negocio adquirido por Ferrovial, que elevó el endeudamiento del grupo por encima de los 31.000 millones de euros - el 80% a tipo fijo -.
En un entorno adverso para el negocio de BAA -amenaza de atentados terroristas en los aeropuertos con aumentos en los costes de seguridad y retrasos, protestas medioambientales, cambios en las tarifas, una investigación del regulador de competencia - el valor del grupo ha caído un 30% desde los máximos registrados en abril, poco antes de que se detectasen los primeros coletazos de la actual crisis financiera.
Pendientes de regulación
"El negocio de Ferrovial no es de corto plazo", dijo Villén con respecto a la caída de la acción. "Sabíamos que el mercado nos iba a castigar por la incertidumbre, pero la filosofía del grupo es a largo plazo".
Ferrovial espera que en noviembre se resuelva una de las dos grandes cuestiones regulatorias esenciales en los planes de refinanciación, que incluyen la recompra de bonos emitidos por BAA a cambio de nueva deuda. Villén explicó que confía en que en este mes, Aviación Civil decida sobre la revisión de las tarifas que BAA puede cobrar en concepto de permisos de aterrizaje a partir del año próximo, algo que puede modificar las condiciones o coste de la deuda.
Asimismo, los planes de emisión actuales contemplan distintos escenarios incluyendo el relativo a la investigación actualmente en curso sobre la supuesta posición de dominio de BAA en los aeropuertos del país que podría llevar a Ferrovial a vender uno de los tres a+eródromos principales de Londres -Heathrow, Gatwick o Stansted-.
El grupo, que desde que tomó las riendas de BAA ha desinvertido en negocios considerados no estratégicos, todavía cuenta con determinados activos "enajenables" que también irían destinados a reducir la deuda.
Villén reiteró que estaban en procesos avanzados las enajenaciones de las participaciones minoritarias en seis aeropuertos australianos y las de los activos inmobiliarios de BAA. Además, reiteró que se está considerando la posibilidad de vender el World Duty Free -l negocio de tiendas en sus aeropuertos británicos-.