Ordóñez: entidades españolas se enfrentan a turbulencias con fortaleza
Madrid, 18 sep (EFECOM).- El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, dijo hoy que las entidades de crédito españolas se enfrentan a las actuales turbulencias financieras con fortaleza, gracias a su elevada rentabilidad, a su solvencia y a la "amplia cobertura" de los créditos dudosos de la que disponen.
Ordóñez, que hizo estas declaraciones durante su comparecencia ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, dijo que aún no se conoce el impacto de estas turbulencias e insistió en que hay que ser prudente y esperar a ver qué pasa, porque "a veces las turbulencias quedan en nada" como ocurrió en 1998.
Tras admitir que "también existe la posibilidad de que todo esto tenga un impacto negativo", Ordóñez se negó a precisar cuál podría ser, porque, a su juicio, antes hay que tener más datos, pero los que tenemos hasta ahora son de "desaceleración lenta de la economía española".
A preguntas de los representantes parlamentarios presentes en la Comisión, Ordóñez negó que ninguna entidad bancaria española tenga o haya tenido dificultades de liquidez, como ya desmintiera ayer, y reiteró que el sector bancario español "no puede estar mejor preparado" para afrontar esta situación gracias a su solvencia y rentabilidad.
La banca española no tiene nada parecido a un segmento hipotecario "subprime" o de alto riesgo como el estadounidense y su exposición al mismo se limita a 60 millones de euros frente a, por ejemplo, los 1.700 millones que tiene Italia, lo cual es "insignificante" frente a la cartera total de este tipo de productos en Estados Unidos.
En cuanto al incremento de la morosidad, Ordóñez admitió que va a crecer más, pero dijo que también hay que tener en cuenta que este incremento también se verá impulsado por el hecho de que ahora el crédito crece a tasas mucho menores que antes.
El peso que tiene la economía estadounidense en el sistema financiero mundial, el alto número de fondos que han estado captando en los últimos años en el mercado internacional y la fuerte interdependencia entre estos mercados y entre las instituciones financieras que ha traído como consecuencia la globalización han sido la causa de que esta crisis se haya generalizado, dijo.
Y la globalización de estas perturbaciones se ha traducido en un incremento de la volatilidad en las bolsas mundiales y en un aumento de las primas de riesgo crediticio en los mercados de renta fija, con lo que hay una tendencia hacia "una valoración más ajustada de los riesgos, tras un largo periodo de excesiva indulgencia".
Esto debería traducirse, aseguró, en un crecimiento de la solidez de las economías a medio y largo plazo pero la corrección está suponiendo más tensión en las condiciones de financiación que, en caso de prolongarse "demasiado" podría lesionar la confianza de los inversores y los agentes económicos.
Sin embargo, Ordóñez quiso enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados al asegurar que "aún es pronto para evaluar el efecto de estas perturbaciones sobre el crecimiento económico mundial", hasta que no se conozca como afectará a la propia economía estadounidense, y precisó que depende de la duración e intensidad de la crisis.
Los bancos centrales y en particular el BCE han reaccionado con rapidez ante la crisis de liquidez que padecen los mercados con las sucesivas inyecciones de fondos realizadas en el sistema, lo que ha evitado que la crisis se profundizara y ha transmitido un mensaje de tranquilidad a los mercados.
Todos estos problemas, añadió, han mantenido prácticamente paralizados los mercados interbancarios a plazo y han elevado los tipos de interés por encima de los que se corresponderían con una situación de normalidad.
Y en cuanto a los tipos de interés, que el BCE dejó inalterados en el 4% en su última reunión para tener más tiempo para analizar este "episodio", Ordóñez consideró que a partir de ahora habrá que precisar el verdadero alcance de la desaceleración norteamericana, su posible transmisión a la economía mundial y las consecuencias para la evolución de los tipos de cambio.
También reiteró el "compromiso firme" de la política monetaria comunitaria con el objetivo de la estabilidad de precios, que es la mejor contribución que puede hacer para favorecer un crecimiento sostenido del empleo y del bienestar de los europeos.
En definitiva, "a nadie se le oculta", aseguró, que si Estados Unidos entra en recesión se podría modificar el escenario económico mundial, aunque las repercusiones de este cambio se verían amortiguadas por el "dinamismo" de las economías emergentes, que no han sufrido mucho los efectos de las turbulencias. EFECOM
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