Galiano dice no... y Cebrián sigue buscando: así será la nueva estructura de poder en Prisa
Así es el negocio. Antonio Fernández Galiano, Consejero Delegado de Unidad Editorial -editora de 'El Mundo'- ha sido tentado y ha rechazado, finalmente, el unirse al enemigo histórico de la marca de Pedro J., Prisa... lo que le habría supuesto controlar 'El País'.
Y es que, con la entrada de Liberty en el capital de Prisa, la venta de Cuatro y la entrada de Telefónica y Telecinco en el capital de Sogecable, así como diversas desinversiones, el antiguo imperio de Jesús Polanco disminuido sigue intentnado recuperar sus equilibrios financieros, después de una gestión cuando menos poco feliz que a punto estuvo de acabar en quiebra.
Y ahora, Juan Luis Cebrián, consejero delegado y máximo ejecutivo de la compañía, dispuesto a emprender la retirada definitiva, está culminando la tarea de saneamiento -se anuncia una reducción de plantilla de 2.500 personas, en gran medida mediante externalizaciones- y a contratar al equipo directivo que pueda hacerse cargo de la compañía. Ignacio Polanco, presidente del imperio, no tiene el ímpetu necesario para asumir la dirección ejecutiva del grupo. En principio, la retirada acordada con Liberty sería en 2013, pero todo indica que Cebrián quiere marcharse este mismo año.
Para ello, el fichaje estrella de Cebrián ha sido Fernando Abril-Martorell, hijo del exvicepresidente del Gobierno que dirigió la economía española en un tramo de la Transición, quien ocupará el cargo del adjunto al consejero-delegado, con visos de relevar a Cebrián en el momento oportuno. Abril-Martorell, licenciado en Derecho y en Dirección de Empresas de ICADE, fue un ejecutivo brillante de Telefónica desde 1997: llevó a cabo la privatización y fue consejero -delegado entre 2000 y 2003, etapa en que la compañía se internacionalizó y se convirtió en un gigante. Actualmente, era consejero delegado de Crédit Suisse para España y Portugal.
El periplo imposible: de 'El Mundo' a 'El País'
Esto, sin embargo, puede llegar a constituir un problema: con Cebrían en plena parrilla de salida y sin una cabeza visible que 'pilote' el negocio de prensa e Internet de Prisa, el hecho de que la dirección financiera la ocupe un ejecutivo de tanto peso puede poner en peligro el posible 'fichaje estrella' que intentaría sacar a flote el negocio de Prisa.
Y es que Cebrián pretende también poner al frente de las diversas áreas de negocio a ejecutivos de peso, con solvencia y experiencia en cada una de ellas, y para dirigir el sector de los medios escritos e Internet ha tentado a Fernández-Galiano, primer ejecutivo de Unedisa, la empresa editora de El Mundo, que tampoco pasa por su mejor momento financiero, ya que la crisis no le ha permitido digerir la compra de los medios de Recoletos.
Fernández-Galiano ha rechazado finalmente el encargo -según dónde se pregunte, con mayor o menor entusiasmo-, y obliga a Cebrián a seguir tanteando un mercado absolutamente 'seco' en perfiles de esa tipología. Y es que es muy difícil encontrar directores generales con un 'currículum' de talla, experiencia y proyección suficiente en España para liderar el área sin duda más sensible de Prisa ya que 'El País' tampoco se libra de la crisis general de la prensa en papel.
Siguen las quinielas
El sector, eso sí, está expectante ante cuál será el siguiente paso de Cebrián y las quinielas se ponen en juego. Aunque está por ver quién será el siguiente 'tocado' por el 'dedo' de Cebrián, la escasez de nombres ha hecho algunos acordarse de un mítico 'gol' que colara Vocento a Prisa, cuando en 2009 fichara a José Luis Sanz como director general de Medios Nacionales.
Sanz ocupaba en Prisa el puesto de director general de Producción Audiovisual tras una fulgurante y brillante carrera -fue consejero delegado de Prisacom y director general de Unión Radio entre otros cargos- y desde dentro de la casa se daba como un más que posible sucesor de Cebrián.Se trata del primer nombre, pero seguro que no el último entre las cábalas que hace el sector.
Lo que si que es relevante es el carácter de hito: el perfil del sucesor de Cebrián marcará no sólo los productos sino también la cultura corporativa de una de las empresas periodísticas más importantes del mundo. Sin éste último y con los Polanco de vuelta a sus 'cuarteles de invierno' y la empresa en plena reconversión parece que 2011 va a ser el año de la catarsis de la corporación.