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Continúan las protestas en Túnez pese a las promesas de Ben Ali



    TÚNEZ (Reuters) - Grupos de manifestantes pidieron el viernes la dimisión inmediata del presidente tunecino, Zine al-Abidine Ben Ali, pese a la promesa del veterano gobernante de dejar su cargo en 2014 en un intento de poner fin a los peores disturbios que ha vivido en sus 23 años en el poder.

    Al menos 5.000 personas se manifestaron a las puertas del Ministerio del Interior coreando "¡Ben Ali, vete!" y "Ben Ali, gracias pero no es bastante!", dijo un periodista de Reuters.

    La manifestación llegó horas después de que el presidente, de 74 años, anunciara en un discurso televisivo que no iba a presentarse a un sexto mandato.

    En el poder desde 1987, Ben Ali hizo importantes concesiones el jueves por la noche, anunciando que las fuerzas de seguridad no dispararán más contra los manifestantes y prometiendo libertad de prensa y fin de la censura en Internet. También dijo que los precios del azúcar, la leche y el pan se recortarían.

    Su ministro de Exteriores dijo el viernes que Túnez podría formar un gobierno de unidad nacional y celebrar elecciones parlamentarias anticipadas después de la "clara y pronunciada corrección" de Ben Ali.

    Sin embargo, las manifestaciones continuaron el viernes en Sidi Bouzid, la localidad del centro del país donde comenzaron las protestas contra el desempleo y la pobreza hace un mes, y varios miles de manifestantes pidieron la marcha inmediata de Ben Ali, dijeron varios testigos.

    "Somos miles aquí, hemos salido por miles para decir: '¡Ben Ali, márchate!'", dijo a Reuters por teléfono el activista sindical Sliman Rouissi.

    La confederación sindical UGTT había pedido una huelga general, que los analistas dijeron que sería una primera prueba de si el presidente había logrado calmar el enfado público con su discurso.

    Ben Ali, el sexto jefe de estado de Túnez, fijó la fecha de su marcha en un emotivo discurso hecho tras semanas de mortales enfrentamientos entre manifestantes y policías. El Gobierno cifró los muertos en 23, pero la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), con sede en París, dijo que tenía los nombres de 66 fallecidos.

    Muchos de los participantes en las protestas dijeron que estaban hartos del desempleo, la falta de libertad y el enriquecimiento de una pequeña élite con Ben Ali, y esperaban que el presidente intentara extender su mandato de nuevo.

    Sin embargo, el ministro de Exteriores, Kamel Morjane, dijo a la cadena de radio Europe 1 que Ben Ali había reconocido errores y que era un hombre de palabra.

    "Dijo que no habría más elecciones presidenciales y legislativas en paralelo. Al hacerlo, aceptó el principio de elecciones (legislativas) antes de las presidenciales de 2014", añadió el ministro.

    Preguntado sobre la posibilidad de formar un gobierno de coalición que incluya a líderes como Najib Chebbi, dijo: "Creo que es factible y que sería enteramente normal".

    En el distrito de Lafayette, en el centro de Túnez, donde unas horas antes la policía había disparado y herido a los manifestantes, cientos de personas ignoraron el toque de queda el jueves por la noche y salieron a las calles una vez hubo terminado el discurso de Ben Ali.

    "Estamos contentos porque habló el lenguaje del pueblo. Esperamos que todos los malos recuerdos queden en el pasado y que sólo tengamos libertad", dijo Ramzi Ben Kraim, estudiantes de 22 años.

    Poco después de la intervención presidencial, varios sitios de Internet que habían estado bloqueados durante semanas, entre ellos YouTube y Dailymotion, empezaron a funcionar.

    No hay un candidato obvio a sustituir a Ben Ali, que ha dominado la vida política en Túnez y apartado a sus rivales desde que se hizo con el poder en 1987, al declarar al líder de la independencia, Habib Burguiba, médicamente incapaz para ser presidente.